<p>Vería <i>The Studio </i>aunque fuese malísima. Afortunadamente, la serie de Seth Rogen y Evan Goldberg para Apple TV+ no lo es. Pero también soy consciente de que <strong>lo que a mí me atrae de ella es lo mismo que a otros les dará enorme pereza</strong>. Las series y películas sobre Hollywood son mi debilidad. Para otros son, como diríamos ahora, una <i>red flag</i>. Por sus referencias retorcidas, por su sentido del humor un poco petulante y por su exigencia de que el espectador llegue a ellas ya sabido, estudiado y enterado. Ocurría en <i>Mank</i>, ocurría en <i>El séquito </i>y hasta en la <i>Hollywood </i>de Ryan Murphy, que sí era malísima y aun así, la vi. Unos ven todas las series de hombre-blanco-con-pistola de Prime Video, otros vemos cualquier cosa en la que estrellas se interpreten a sí mismas.</p>
No sé si al público le interesa como a mí la autoparodia de la industria. The Studio, con mala leche, también lo pregunta
Vería The Studio aunque fuese malísima. Afortunadamente, la serie de Seth Rogen y Evan Goldberg para Apple TV+ no lo es. Pero también soy consciente de que lo que a mí me atrae de ella es lo mismo que a otros les dará enorme pereza. Las series y películas sobre Hollywood son mi debilidad. Para otros son, como diríamos ahora, una red flag. Por sus referencias retorcidas, por su sentido del humor un poco petulante y por su exigencia de que el espectador llegue a ellas ya sabido, estudiado y enterado. Ocurría en Mank, ocurría en El séquito y hasta en la Hollywood de Ryan Murphy, que sí era malísima y aun así, la vi. Unos ven todas las series de hombre-blanco-con-pistola de Prime Video, otros vemos cualquier cosa en la que estrellas se interpreten a sí mismas.
En The Studio eso pasa. Pasa mucho y muy fuerte. Por ahí aparecen desde Martin Scorsese hasta Charlize Theron. Más Peter Berg, Nicholas Stoller o Greta Lee. Scorsese y Theron son famosísimos. En cambio, Berg, Stoller y Lee son el café para muy cafeteros que propone Seth Rogen. Él, cómo no, se reserva a sí mismo el papel protagonista de la serie.
En The Studio, Rogen, Kathryn Hahn, Catherine O’Hara o Bryan Cranston no se interpretan a sí mismos. Da lo mismo: la serie sabe que el espectador los conoce de antes y apreciará la dificultad de tenerlos a bordo. Eso es en sí mismo una demostración de poder y de agenda. Si de algo se puede acusar a Seth Rogen es de venirse arriba todo el rato. Con su idea, pero también con su personaje, con el personaje de Hahn o con la apuesta por los planos secuencia muy aparatosos. Algunos son innecesarios (y molestos); otros, como el del episodio de Greta Lee, justifican en sí mismos la suscripción a la plataforma en la que vayas ver esta serie. Si además Rogen te hace gracia, esta es tu mierda.
The Studio comienza con Matt Remick (Rogen), un alto ejecutivo de Hollywood ascendido al puesto que todos quieren: jefe máximo de un estudio. Eso es estar en la cumbre, pero ahí arriba llueve, nieva, truena y hace un calor sofocante, todo a la vez. Remick, en el fondo, es un idealista del cine, cree que podrá lograr la cuadratura del círculo a la que la industria cinematográfica lleva enfrentándose desde que nació: ser arte y negocio. El cine como arte es exigente, aunque no tanto como los accionistas de las empresas que lo producen. Y luego están los egos de los creadores. Y los superegos de las estrellas. Y Ron Howard haciendo el ganso. Y Ted Sarandos. Sí, ese Ted Sarandos sale en The Studio.
Esta serie satiriza situaciones en las que muy probablemente ella misma habrá estado metida. Imagino perfectamente a los ejecutivos de Apple TV+ escuchando las ideas locas y costosas de Seth Rogen. También los imagino, como parecen hacer con casi todas sus series, redescubriendo que para la empresa del iPhone, el iPad y los AirPods, gastar decenas de millones en series es como para Madonna mandar un Bizum de cinco dólares. Rizando el rizo de las referencias meta, la contratación de Pedro Pascal para un spot de la multinacional de la manzanita bien podría ser una trama de The Studio. O la elección del nuevo James Bond, ahora que Prime Video puede hacer con el personaje lo que le dé la gana. Igual vemos esas historias en la segunda temporada de The Studio. Me pregunto si al público general le interesan y divierten tanto como a mí. Me pregunto si para la gente («la gente») Greta Lee es una estrella. The Studio, con mucha mala leche, también lo hace.
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