Sebastián Yatra: «Ni Trump ni nadie tienen derecho a robar la dignidad a la gente. Es muy triste lo que está pasando con los latinos en Estados Unidos»

<p><strong>Sebastián Yatra</strong> (Medellín, 1994) saca una cámara analógica y empieza a hacerse fotos con los amigos que le acompañan en el Real Jardín Botánico de Madrid. Parecería un grupo más de turistas jóvenes excepto porque alrededor del músico colombiano se mueve un montón de gente mucho menos despreocupada que él. Una estrella es una estrella y la normalidad siempre es relativa para un ganador de dos Grammy que lanza su nuevo disco, <strong>‘Milagro’</strong>, el cuarto de una carrera supersónica. «Más que nervios siento emoción porque la gente va a escuchar por fin estas canciones. Por lo que significan para mí y por lo que me han ayudado a transitar», apunta con una sonrisa que, si es fingida, valdría un Oscar.<br></p>

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 La superestrella colombiana afronta la madurez con nuevo disco y nueva vida: «La tristeza, el estrés y a rabia ya no son parte de mí de todo el rato»  

Sebastián Yatra (Medellín, 1994) saca una cámara analógica y empieza a hacerse fotos con los amigos que le acompañan en el Real Jardín Botánico de Madrid. Parecería un grupo más de turistas jóvenes excepto porque alrededor del músico colombiano se mueve un montón de gente mucho menos despreocupada que él. Una estrella es una estrella y la normalidad siempre es relativa para un ganador de dos Grammy que lanza su nuevo disco, ‘Milagro’, el cuarto de una carrera supersónica. «Más que nervios siento emoción porque la gente va a escuchar por fin estas canciones. Por lo que significan para mí y por lo que me han ayudado a transitar», apunta con una sonrisa que, si es fingida, valdría un Oscar.

¿Qué es lo que te ha ayudado a transitar este disco?
Los últimos tres años de mi vida, que han sido muy complejos por la cantidad de cosas que me han pasado. Es un álbum que escribo desde una perspectiva distinta y de ahí viene el título porque un milagro puede ser algo tan sencillo como ver las cosas de siempre desde otro lugar. Mi hermano es escritor en uno de sus libros decía: «La vida te niega los milagros hasta que te das cuenta de que todo es un milagro». Me he dado cuenta ahora.
¿Cuál ha sido ese cambio de perspectiva?
Antes pasaba alguna cosa complicada en mi vida y hacía metástasis en todo. Cualquier problema hacía que todo lo demás fuese imposible de disfrutar para mí, vivía en un desasosiego constante. Ahora, aunque hay cosas en mi vida que sigo resolviendo y me pueden afectar a veces, he logrado que no estén ahí presentes todo el tiempo. No me invaden. Ahora me considero una persona superfeliz y me emociona haber encontrado la felicidad como algo que me acompaña todos los días de mi vida y no verla como una meta distante e inalcanzable. A pesar de eso, obviamente, sigo sintiendo nostalgia, tristeza, estrés, rabia por momentos, pero son emociones pasajeras, ya no son parte de mí todo el rato.
Has cumplido 30 y has madurado.
Algo de eso hay. Mi tía, cuando me llamó a felicitarme por mi cumple, me dijo: «Bienvenido a la edad cuando ya no estás buscando la validación de todo el mundo todo el rato». Y lo siento así un poco. Es una edad hermosa. Yo quiero conocer la vida en todas sus etapas, no quiero tener 25 otra vez ni vivir mirando hacia atrás.
Ya me lo dirás cuando tengas 45.
[Risas] Ya verás como sí. Cada una de las edades del ser humano tiene muchísima magia. Mi mamá tiene 58 años y dice que no volvería atrás en el tiempo por nada. Así que yo voy a vivir con esa misma filosofía: amo la etapa en la que estoy, amo lo que estoy viviendo y lo estoy gozando ahorita.
En realidad, en los últimos diez años has vivido varias vidas.
Han sido muchas cosas en muy poco tiempo, pero siempre siento que lo he afrontado abierto a aprender y de corazón. Nunca he pensado que me las sabía todas por bien que me fuera. Me cuestiono muchas veces a mí mismo porque sé que puedo mejorar y que no lo hago quizá por pereza, por falta de disciplina y vainas así. Es importante sentir siempre que tienes más para dar y que la vida va a tener muchas más cosas que ofrecerte.
¿De verdad eres tan niño bueno? ¿No se te ha ido nada la cabeza con el éxito?
He tenido momentos muy duros emocionales, pero no de que se me vaya la cabeza y me crea alguien distinto a quien soy o mejor que el resto. Eso, para nada. Mi mamá, que sabe del tema, dice que soy de las personas que ha conocido en el mundo con más inteligencia emocional. Equilibrar tu éxito con tu responsabilidad es un reto grande porque lo que yo diga o haga influye en todos los demás de mi equipo. Trabajo con mucha gente, todo el mundo tiene metas distintas y, al final, el que tiene que dar la cara y ejecutar soy yo. Eso me ha hecho maduro y es un reto, pero cuando los comparas con los retos de la vida de muchas otras personas, lo mío no es tan complicado. Tengo presión, pero lo llevo con tranquilidad y no me creo nada.
¿Llevas igual de bien la fama?
Es divertida. La vida es como un videojuego y es fantástico encontrarse gente por la calle y que con todo el mundo te sea fácil conectar porque sabe quién eres, se emociona al verte, quiere hablar contigo y te cuenta su historia. O ir a cualquier lado y que te traten bien. ¿A quién puede molestarle eso? La fama tiene cosas hermosas.
Y alguna incómoda, como el escrutinio sobre tu vida privada.
Que hablen de mi vida y de mis parejas tampoco es algo que me estrese. Son cosas que yo vivo como internas mías, como cualquier persona que va procesando sus relaciones y las etapas de su vida, lo que digan desde fuera no me afecta aunque a veces ha sido un poco agobiante.
Imagino que te refieres a tu noviazgo intermitente con Aitana.
Sí. Esa atención tan grande que tuvimos hace complicado que funcionen las relaciones, es evidente. Una relación como fue la nuestra, tan pública y entre dos personas famosas que se dedican a lo mismo, es difícil que pueda sobrevivir a estar siempre bajo la lupa. Eso pasa factura a la relación y a nosotros nos pasó. Ahí sí fue difícil, pero cuando estás soltero no es tan complicado que esté encima toda la prensa [risas].
Sebastián Yatra posa en el Jardín Botánico de Madrid.
Sebastián Yatra posa en el Jardín Botánico de Madrid.Javier Barbancho
Has sido uno de los protagonistas de la conquista del mundo por parte de la música latina, pese a todos los prejuicios iniciales.
Siempre hay prejuicios, pero al final lo que manda es la buena música y ahorita en Latinoamérica se está haciendo muchísima buena música en español. Cada vez somos más los que la defendemos y eso hace que llegue a más rincones del planeta. Estamos por todos lados los latinos [risas]. Es una gozada, pero creo que lo que ha pasado con la música en español es una puerta de entrada para que música de otros idiomas que no son inglés también termine expandiéndose. El auge del K-Pop, aunque mucho es en inglés, es fascinante. A mí me encanta el K-Pop en coreano, mucho más que cuando lo escucho en inglés. Y también le tocará el momento a la India, que va a tener una presencia muy importante en la música que se escucha a nivel global. Ahorita África ha crecido muchísimo. Esta mezcla que se está creando es preciosa.
Que Bad Bunny vaya a llenar diez veces el estadio Metropolitano ha abierto muchos ojos en España.
Es que Bad Bunny es un fenómeno absoluto y, además, él entiende perfectamente cómo funciona la gente, cómo funciona el mundo y tiene una sensibilidad artística tremenda. No solamente cómo escribe y las canciones y los ritmos que usa, sino toda la parte de marketing y visual. El tipo es su genio. Es emocionante para mí ser parte de este momento increíble de la música en español, haber estado presente en todo este crecimiento y ser uno de los líderes de un movimiento que está conquistando el mundo por sorpresa. Es bonito y ser parte de esto que se ha logrado ha sido otro de los milagros de la vida. Siento mucho orgullo, mucho, pero los músicos somos como los deportistas de élite: aunque ganases la Champions el año pasado, de inmediato estás ya viendo cómo puedes mejorar. Y llega un punto en que no lo estás haciendo por la aprobación de los demás, sino por ti, por crecer como artista y crecer en tu mensaje.
Eres y te sientes colombiano, pero desde los cinco años creciste en Miami. Como inmigrante en EEUU, ¿cómo ves las medidas que está tomando Donald Trump con muchos latinos?
Es muy triste. Ni Trump ni nadie tiene derecho a tratar mal a la gente y quererles robar la dignidad. Las fronteras y los países son una construcción social de los seres humanos que, en un momento dado, trazaron unas líneas, pero la tierra no le pertenece a nadie y nadie es dueño de este mundo. Ni vos ni yo ni Trump ni ningún país. Las personas que han nacido en lugares más pobres o con más dificultades también merecen una oportunidad en la vida como las que hemos tenido nosotros, si están haciendo las cosas bien y no están delinquiendo ni causando problemas. Es triste ver lo extrema que está la situación, los prejuicios, el rechazo y que se persiga a personas que vienen de una realidad muy complicada donde todos los días estás viendo si encuentras algo para comer y cómo salir adelante. Cuando ves la vida de tantas personas que no tienen nada, ¿cómo no vas a entender la migración? Son personas que arriesgan la vida por llegar a un nuevo lugar y van a dar lo mejor de sí para sumarle a la sociedad. Hay que compartir este lujo que nos tocó a unos pocos.
Como católico&mldr;
Sé que es lo que está publicado en todos lados, pero no diría que soy católico. Yo hablo con Dios a través del catolicismo porque crecí en una familia católica, pero estoy superabierto a todas las religiones y formas de ver la vida. Si hubiese nacido en otro país y otra cultura igual me comunicaba desde el budismo. Diría que soy más espiritual que religioso, aunque hablo de Dios en español, voy a la iglesia muchas veces y rezo por las noches, pero no es que tenga una forma cerrada de ver el mundo. Y eso me parece bonito porque es amar algo, pero dejar que todo el mundo ame lo que quiera, cómo quiera y amarnos entre todos porque es un mundo enorme y caben muchas interpretaciones para el mismo fin, que es darle un sentido a esta existencia y tratar de entender la fuerza que nos trajo hasta aquí, que nos dio una consciencia y que, al final, es el amor.
En realidad, te iba a preguntar por la muerte del papa Francisco, con el que tuviste relación.
Sí. Le extrañaré mucho. Tuve la oportunidad de conocerlo porque mi canción ‘En guerra’ fue la canción oficial de la Fundación del papa Francisco y lo que más amé de él es que, aunque fuese el líder de la Iglesia católica, estaba abierto también a otras formas de pensamiento y a otras religiones. Y aceptaba a las personas de la comunidad LGBTI, que es algo que antes nunca se había visto en la Iglesia, no se podía ni hablar, y cualquier cosa que genere división en el mundo no es el camino. El camino es el de la unión y todas estas religiones distintas tienen cosas hermosas que se corrompen cuando alguien llega al extremismo con lo que cree.

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