Robert Redford y su segunda mujer, Sibylle Szaggars, fueron novios durante décadas y no se casaron hasta que él tenía cumplidos los 72 años y ella los 53. El actor y director, que ha fallecido este martes 16 de septiembre a los 89 años, conoció a la pintora alemana (Hamburgo, 68 años) en 1996 en el Sundance Mountain Resort, una estación de esquí que el intérprete de El golpe o Memorias de África fundó en Utah a finales de los años sesenta con el objetivo de conservar el medio ambiente y experimentar artísticamente. Él ya era una estrella de Hollywood, mientras que Szaggars era conocida en el mundo del arte por su trabajo como artista medioambiental. “Dios mío, no conozco ninguna de sus películas”, confesó haber pensado cuando coincidió por primera vez con Redford en la estación de esquí.
El flechazo fue mutuo. Él la invitó a una cena que tendría lugar dos noches después y ella, por recomendación de un amigo del actor, aprovechó para ponerse al día y alquilar algunas de sus películas en la recepción de la estación. Cuando sus caminos se cruzaron por primera vez, el intérprete ya había estado cuatro veces nominado al Oscar, como actor (por El golpe) y como director (por Quiz show. El dilema, que también estuvo nominada a mejor película, y Gente corriente, que le valió la estatuilla). Su filmografía era amplia, pero Szaggars solo tuvo tiempo para ver 15 minutos “al azar” de las seis u ocho películas que alquiló, por si las mencionaba durante la velada: “Pensé: ‘¿Y si quiere hablar de sus películas?’. No tengo ni idea, sería muy vergonzoso. Probablemente, lo habría mezclado todo”, confesó en 2014 en un evento al que acudió con Redford, ya como marido y mujer.
Para tranquilidad de la artista, Redford, que ganó el Óscar honorífico en 2002, no llegó a mencionar su trabajo en aquella primera cena. Es más, según contó él mismo en ese evento de hace una década, el hecho de que Szaggars no supiera mucho de él fue uno de los motivos determinantes que lo atrajeron hacia ella. “Fue un comienzo maravilloso para una relación, porque empezó como dos seres humanos que se conocieron y encontraron una conexión como seres humanos, en lugar de verse influenciados por el éxito”, dijo entonces. “No tenía que preocuparme por ningún interés personal”, agradeció el actor.
Más allá de compartir sus anecdóticos comienzos, el intérprete y la artista han sido discretos con su relación durante los casi 30 años que ha durado. Redford era poco dado a pasear su amor por las alfombras de Hollywood —aunque hizo algunas excepciones con Szaggars en el Festival de Cannes de 2013 o en la gala de los Globos de Oro de 2014—, pero sí lo era a las prolongadas historias de amor. Estuvo casado durante 27 años (de 1958 a 1985) con la historiadora y activista estadounidense Lola van Wagenen, con la que tuvo cuatro hijos (que a su vez le han dado siete nietos): Scott, que falleció de muerte súbita siendo un bebé; Shauna, de 64 años; James, que murió de cáncer en 2020 a los 58 años; y Amy, de 54 años. Luego vivió otro intenso noviazgo de unos siete años con la actriz brasileña Sonia Braga.
Sin embargo, su relación más duradera ha sido con Szaggars, con quien contrajo matrimonio el 16 de julio de 2009 en una íntima ceremonia en Hamburgo. “Solo 30 personas —la familia y algunos amigos— estaban citados en la iglesia de St. Katharinen para asistir al enlace. Ha sido la gerente de la oficina parroquial, Renate Maßfeller, quien ha hecho pública la ceremonia a la que siguió una fiesta en el hotel Louis C. Jacob”, recogía este periódico hace 16 años.
Tanto Redford como Szaggars compartían la pasión por el arte y el activismo ambiental. En 2015, ella fundó The Way of the Rain, una organización sin ánimo de lucro que contaba con el actor como vicepresidente. “Concebida por la artista ambiental Sibylle Szaggars Redford para explorar el problema del cambio climático, que provoca la rápida evolución de los patrones meteorológicos, Sibylle Redford colabora con artistas de renombre mundial para crear obras que ilustran problemas ambientales cruciales a través del arte escénico”, se describe en su página web.
La mayoría de las últimas apariciones públicas de la pareja (en las que siempre se mostraban particularmente sonrientes y cómplices) se han basado más en sus iniciativas benéficas para promover las artes y el medio ambiente que en cualquier evento relacionado con el trabajo del actor. En 2015, por ejemplo, recibieron un premio de la Princess Grace Foundation-USA (creada en honor a Grace Kelly) por “su contribución a las artes” y, en 2018, fueron también reconocidos por “su liderazgo medioambiental” en la gala anual del Smith Nature Symposium. También asistieron juntos en 2021 a los premios de la Fundación Príncipe Alberto II de Mónaco, que honran anualmente a personalidades y organizaciones por su compromiso con la salud global.
En 2011, dos años después de casarse, Redford habló discretamente sobre su mujer en una entrevista con AARP The Magazine. “Es una persona muy especial”, dijo mientras acariciaba su alianza, según describió la publicación. “Es más joven que yo y europea, lo cual me gusta, porque es una vida completamente nueva”, destacó. Y pasó a describir esa nueva vida que llevaba con Szaggars en su rancho de Utah. “Monto a caballo, esquío, juego al tenis con bastante intensidad. Todavía tengo energía. Cuando eso empiece a desaparecer, quizá empiece a pensar en la edad. Mientras tanto, hay muchas cosas que todavía quiere hacer”, reconoció en esa entrevista, a los 74 años.
Redford ha muerto este martes por la mañana a los 89 años en su casa de Provo, en Utah, según ha informado el periódico estadounidense The New York Times. Al diario se lo ha anunciado Cindi Berger, directiva de la firma de publicistas Rogers & Cowan PMK, que ha explicado que ha fallecido mientras dormía, pero no ha señalado la causa del óbito.
El actor, que ha fallecido este martes, ha pasado las últimas tres décadas junto a la artista, quien ni siquiera había visto sus películas cuando se conocieron en una estación de esquí
Robert Redford y su segunda mujer, Sibylle Szaggars, fueron novios durante décadas y no se casaron hasta que él tenía cumplidos los 72 años y ella los 53. El actor y director, que ha fallecido este martes 16 de septiembre a los 89 años, conoció a la pintora alemana (Hamburgo, 68 años) en 1996 en el Sundance Mountain Resort, una estación de esquí que el intérprete de El golpe o Memorias de África fundó en Utah a finales de los años sesenta con el objetivo de conservar el medio ambiente y experimentar artísticamente. Él ya era una estrella de Hollywood, mientras que Szaggars era conocida en el mundo del arte por su trabajo como artista medioambiental. “Dios mío, no conozco ninguna de sus películas”, confesó haber pensado cuando coincidió por primera vez con Redford en la estación de esquí.
El flechazo fue mutuo. Él la invitó a una cena que tendría lugar dos noches después y ella, por recomendación de un amigo del actor, aprovechó para ponerse al día y alquilar algunas de sus películas en la recepción de la estación. Cuando sus caminos se cruzaron por primera vez, el intérprete ya había estado cuatro veces nominado al Oscar, como actor (por El golpe) y como director (por Quiz show. El dilema, que también estuvo nominada a mejor película, y Gente corriente, que le valió la estatuilla). Su filmografía era amplia, pero Szaggars solo tuvo tiempo para ver 15 minutos “al azar” de las seis u ocho películas que alquiló, por si las mencionaba durante la velada: “Pensé: ‘¿Y si quiere hablar de sus películas?’. No tengo ni idea, sería muy vergonzoso. Probablemente, lo habría mezclado todo”, confesó en 2014 en un evento al que acudió con Redford, ya como marido y mujer.
Para tranquilidad de la artista, Redford, que ganó el Óscar honorífico en 2002, no llegó a mencionar su trabajo en aquella primera cena. Es más, según contó él mismo en ese evento de hace una década, el hecho de que Szaggars no supiera mucho de él fue uno de los motivos determinantes que lo atrajeron hacia ella. “Fue un comienzo maravilloso para una relación, porque empezó como dos seres humanos que se conocieron y encontraron una conexión como seres humanos, en lugar de verse influenciados por el éxito”, dijo entonces. “No tenía que preocuparme por ningún interés personal”, agradeció el actor.

Más allá de compartir sus anecdóticos comienzos, el intérprete y la artista han sido discretos con su relación durante los casi 30 años que ha durado. Redford era poco dado a pasear su amor por las alfombras de Hollywood —aunque hizo algunas excepciones con Szaggars en el Festival de Cannes de 2013 o en la gala de los Globos de Oro de 2014—, pero sí lo era a las prolongadas historias de amor. Estuvo casado durante 27 años (de 1958 a 1985) con la historiadora y activista estadounidense Lola van Wagenen, con la que tuvo cuatro hijos (que a su vez le han dado siete nietos): Scott, que falleció de muerte súbita siendo un bebé; Shauna, de 64 años; James, que murió de cáncer en 2020 a los 58 años; y Amy, de 54 años. Luego vivió otro intenso noviazgo de unos siete años con la actriz brasileña Sonia Braga.
Sin embargo, su relación más duradera ha sido con Szaggars, con quien contrajo matrimonio el 16 de julio de 2009 en una íntima ceremonia en Hamburgo. “Solo 30 personas —la familia y algunos amigos— estaban citados en la iglesia de St. Katharinen para asistir al enlace. Ha sido la gerente de la oficina parroquial, Renate Maßfeller, quien ha hecho pública la ceremonia a la que siguió una fiesta en el hotel Louis C. Jacob”, recogía este periódico hace 16 años.
Tanto Redford como Szaggars compartían la pasión por el arte y el activismo ambiental. En 2015, ella fundó The Way of the Rain, una organización sin ánimo de lucro que contaba con el actor como vicepresidente. “Concebida por la artista ambiental Sibylle Szaggars Redford para explorar el problema del cambio climático, que provoca la rápida evolución de los patrones meteorológicos, Sibylle Redford colabora con artistas de renombre mundial para crear obras que ilustran problemas ambientales cruciales a través del arte escénico”, se describe en su página web.
La mayoría de las últimas apariciones públicas de la pareja (en las que siempre se mostraban particularmente sonrientes y cómplices) se han basado más en sus iniciativas benéficas para promover las artes y el medio ambiente que en cualquier evento relacionado con el trabajo del actor. En 2015, por ejemplo, recibieron un premio de la Princess Grace Foundation-USA (creada en honor a Grace Kelly) por “su contribución a las artes” y, en 2018, fueron también reconocidos por “su liderazgo medioambiental” en la gala anual del Smith Nature Symposium. También asistieron juntos en 2021 a los premios de la Fundación Príncipe Alberto II de Mónaco, que honran anualmente a personalidades y organizaciones por su compromiso con la salud global.

En 2011, dos años después de casarse, Redford habló discretamente sobre su mujer en una entrevista con AARP The Magazine. “Es una persona muy especial”, dijo mientras acariciaba su alianza, según describió la publicación. “Es más joven que yo y europea, lo cual me gusta, porque es una vida completamente nueva”, destacó. Y pasó a describir esa nueva vida que llevaba con Szaggars en su rancho de Utah. “Monto a caballo, esquío, juego al tenis con bastante intensidad. Todavía tengo energía. Cuando eso empiece a desaparecer, quizá empiece a pensar en la edad. Mientras tanto, hay muchas cosas que todavía quiere hacer”, reconoció en esa entrevista, a los 74 años.
Redford ha muerto este martes por la mañana a los 89 años en su casa de Provo, en Utah, según ha informado el periódico estadounidense The New York Times. Al diario se lo ha anunciado Cindi Berger, directiva de la firma de publicistas Rogers & Cowan PMK, que ha explicado que ha fallecido mientras dormía, pero no ha señalado la causa del óbito.




























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