<p><strong>Morante de la Puebla es, por unanimidad, el ganador del Premio EL MUNDO de Tauromaquia 2025 </strong>»por su histórica temporada, conquistada desde la plenitud artística, con el admirable ejercicio de superación de la quiebra de su salud mental». Su año taurino vino plagado de hitos y triunfos en las principales plazas de España: las cuatro antologías de Sevilla, <a href=»https://www.elmundo.es/cultura/toros/2025/06/08/684560e7e85ece3d298b4598.html»>las tres tardes de Madrid con sus dos Puertas Grandes</a>, el triunfo de San Fermín y un sinfín de éxitos como el rabo de Jerez o la memorable faena de Salamanca con idéntico resultado. </p>
El galardón, que se entregará en la gran gala de presentación de San Isidro que organiza Plaza 1, subraya su «plenitud artística» en un año plagado de hitos con la guinda del acontecimiento del 12 de octubre en Madrid
Morante de la Puebla es, por unanimidad, el ganador del Premio EL MUNDO de Tauromaquia 2025 «por su histórica temporada, conquistada desde la plenitud artística, con el admirable ejercicio de superación de la quiebra de su salud mental». Su año taurino vino plagado de hitos y triunfos en las principales plazas de España: las cuatro antologías de Sevilla, las tres tardes de Madrid con sus dos Puertas Grandes, el triunfo de San Fermín y un sinfín de éxitos como el rabo de Jerez o la memorable faena de Salamanca con idéntico resultado.
MdlP puso la guinda a un año memorable el 12 de octubre en la Monumental de las Ventas, convertida en el escenario del mayor acontecimiento de la temporada con la doble jornada que convocó a 46.000 personas al reclamo de su nombre: escribió una página de oro de la historia de la Tauromaquia con el inolvidable festival matinal del monumento a Antoñete y la conmovedora Corrida de la Hispanidad, que acabó con la emotividad desatada por el gesto de quitarse la coleta y su apoteósica salida a hombros.
Volverá a pisar el ruedo de Las Ventas sólo para recoger el Premio EL MUNDO de Tauromaquia en la extraordinaria gala de presentación de los carteles de San Isidro –como ya hizo el pasado año el cineasta catalán Albert Serra– que organizará por todo lo alto Plaza 1 el próximo 5 de febrero, erigida como la gran cita anual de la tauromaquia. Colocará el maestro este nuevo galardón del periódico de Unidad Editorial junto al que ya ganó en 2009 -por entonces Premio Paquiro de El Cultural de EL MUNDO- por «el hito histórico del toreo a la verónica» acontecido en la Plaza de Toros de Madrid.
Morante (La Puebla del Río, 2 de octubre de 1979), ha logrado, a sus 46 años y casi 30 de alternativa, la consagración definitiva en 2025, cuando ha alcanzado la categoría de mito en vida y la cima de un proceso evolutivo con el genio siempre como hilo conductor. Desde la pandemia a esta parte, asumió la responsabilidad de su carrera y de la fiesta de los toros, de tal modo que ganó el Premio Nacional de Tauromaquia, que todavía concedía el Ministerio de Cultura en 2021, con un argumento válido para hoy: «Su compromiso con la tauromaquia (…), asumiendo su responsabilidad como primera figura del toreo (…) y liderando el escalafón en una temporada en la que ha desarrollado faenas memorables».
Destacaba también el jurado «la singular personalidad creativa de un artista que recrea y renueva el toreo clásico para el público actual». Y esto se multiplica a la enésima potencia en este año 25, cuando traspasa como un tsunami los límites del ruedo y lo ocurrido en la plaza para convertirse en un icono popular, un fenómeno de masas, un clásico que desafía la modernidad y ha captado la mirada de la juventud. El personaje de Morante de la Puebla se eleva a la misma altura que su toreo: ambos se funden en la excelencia, en la rareza propia de las especies protegidas por riesgo de extinción. Subraya la singularidad anacrónica de ser torero en el siglo XXI de un modo absoluto, tanto en la calle como en la plaza. En Morante no hay artificio alguno. Ni siquiera en su naturalidad. Hubiera vuelto a liderar el escalafón de 2025 -al igual que en las temporadas 2021 y la de 2022, cuando sumó 100 corridas de toros- de no ser por los 26 festejos que perdió a causa, sobre todo, de la cornada del 10 de agosto en Pontevedra. Aun así actuó 50 corridas de toros, con el cómputo de 57 orejas y tres rabos, y la estrategia sin plan de la generosidad para torear con todos en todas partes.
Morante ha recibido la noticia del galardón con satisfacción en un balneario de Portugal, donde ha pasado las fechas navideñas junto a sus hijos, descansando y sometido, a la vez, a un nueva etapa de su tratamiento psiquiátrico. Reapareció en Verona (Italia) el 13 de diciembre para recoger el premio Ópera Taurina más delgado y rejuvenecido, y su nombre no deja de figurar en todas las especulaciones posibles sobre su vuelta. Sevilla incluida tras la peregrinación del nuevo empresario de la plaza de la Maestranza, José María Garzón, a Marinha Grande (Portugal), como adelantó este periódico. Su apoderado, Pedro J. Marques, bandea como puede tanto rumor con la vista puesta más lejos. O más cerca. Según.
MdlP, uno de los toreros más importante de la historia, el que mejor ha toreado de todos ellos, un torero enciclopédico al mismo tiempo, no es que haya hecho en la temporada el toreo soñado, sino el toreo imposible. Y todo desde los terrenos tomistas de la entrega absoluta, la pureza y la épica, el miedo y la enfermedad mental. El arte llevado a su máxima expresión. José Antonio Morante Camacho es el flamante ganador del Premio EL MUNDO de Tauromaquia 2025.
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