Mamá, quiero ser ingeniera: iniciativas reales para un futuro con más científicas

En algunos centros educativos de la Comunidad Valenciana, las paredes se han convertido en grandes lienzos que rinden homenaje a mujeres investigadoras. No es arte por arte: se trata de toda una estrategia para despertar vocaciones científicas femeninas desde la escuela. Esta es la esencia de Dones de Ciència, un proyecto impulsado por la Universitat Politècnica de València (UPV) en colaboración con Las Naves, que ha transformado fachadas escolares en coloridas referencias de mujeres que han hecho historia en la ciencia.

Desde el primero, inaugurado en febrero de 2019, son ya 42 murales y sumando. Luis Zurano, responsable de comunicación de la UPV e impulsor de la iniciativa, recuerda el origen del proyecto de forma personal: “Dones de Ciència nace en mi casa. Una noche, leyendo a mi hija un cuento de Niñas rebeldes, pensé: ¿y si llevamos estas historias a los muros de nuestras ciudades?”. La idea germinó rápidamente y hoy es un referente estatal. El proyecto pretende ser una herramienta pedagógica más que un homenaje. “Queremos que las mujeres protagonistas del mural se conviertan en compañeras más del centro cada día que los alumnos accedan a él”, explica.

La estrategia se basa en murales visibles, elaborados por mujeres artistas, que no solo decoran, sino que inspiran, y se acompañan de material didáctico, entrevistas, vídeos y talleres. “El retorno es brutal. Cuando vas a una inauguración y ves al alumnado coreando el nombre de la científica, entiendes que algo importante está ocurriendo”, relata Zurano. La próxima cita será el 2 de junio con la inauguración del mural dedicado a la biofísica Eva Nogales.

No solo para chicas

Otra iniciativa que busca cambiar el relato desde la base es el proyecto Girls4STEM, en marcha desde 2019 en el entorno de la Universitat de València. “Nos dimos cuenta de que teníamos menos alumnas en nuestras aulas que cuando nosotras estudiábamos. Algo estábamos haciendo mal”, recuerda la profesora Xaro Benavent, coordinadora de la iniciativa. Girls4STEM conecta a centros educativos con mujeres profesionales del ámbito científico-tecnológico. La dinámica es tan sencilla como efectiva: una experta STEM visita el aula, explica su trayectoria y en qué consiste su día a día, y el alumnado, como actividad final, elabora una vídeo-biografía de menos de tres minutos. Las mejores se premian en una gala pública.

“Lo importante es incluir algún tipo de actividad de fomento de la ciencia y la tecnología dentro del currículo”, Xaro Benavent, de Girls4STEM

“No lo hacemos solo para chicas. Queremos que los chicos también normalicen a las mujeres como referentes en ciencia y tecnología”, explica Benavent. Además de charlas para el público general en diversas acciones durante el año, Girls4STEM trabaja con alumnado desde quinto de Primaria hasta Bachillerato, y busca romper estereotipos desde múltiples frentes. “Todos sabemos qué hace un médico, pero pocas personas saben qué hace una ingeniera mecánica o una científica de datos. Hay un gran desconocimiento sobre estas profesiones y, si a eso le sumas la falta de referentes femeninos, ya tienes una parte del problema”.

El enfoque transversal del proyecto también se refleja en su relación con las familias y con otros agentes educativos. “Sabemos que el entorno familiar influye muchísimo en la elección de los estudios. Por eso involucramos a madres, padres y profesorado en actividades como nuestra charla Familia de final de curso, explica Benavent. Girls4STEM ha formado también a orientadores laborales en perspectiva de género, conscientes de que la brecha se perpetúa si no se interviene desde todos los ángulos.

“Todos sabemos qué hace un médico, pero pocas personas saben qué hace una ingeniera mecánica o una científica de datos”, Xaro Benavent, coordinadora de Girls4STEM

La infancia es también el foco del Premio Hortensia Roig de Literatura Infantil, un certamen literario impulsado desde la Fundación EDEM que reconoce cuentos protagonizados por niñas interesadas en ciencia y tecnología. “Este premio une dos de mis grandes pasiones, la educación y la literatura. Persigue un cambio de chip en las niñas, desde el principio, en la educación primaria, donde empezamos a descartarnos y a pensar que las matemáticas o la física no son para nosotras”, explica Hortensia Roig, presidenta de EDEM y alma del premio que lleva su nombre.

Más allá de la publicación de las obras premiadas, el premio asegura su distribución en escuelas y bibliotecas, y ofrece materiales educativos complementarios que permiten trabajar los cuentos en el aula. “Mi propósito es aflorar el talento femenino STEM a través de la lectura. Soy una firme defensora de la magia de la educación y su poder para transformar a las personas. Mi sueño es dentro de algunos años poder encontrarme a niñas que se hayan decidido por una carrera STEM tras haber leído alguno de los libros premiados”, confiesa Roig. Hasta ahora, se han donado más de 2.000 ejemplares a centros escolares de toda España.

Desde la Universidad de Alicante, el programa Quiero ser ingeniera también se adentra en las aulas con una propuesta estructurada y transformadora. Dirigido a alumnas de 3º y 4º de ESO, el proyecto combina grandes jornadas divulgativas con campus especializados (como TechGirl, ChemEnGirl o GigabitGirl) en los que las participantes se convierten en protagonistas de prácticas reales vinculadas a diversas ramas de la ingeniería.

“Todos sabemos qué hace un médico, pero pocas personas saben qué hace una ingeniera mecánica o una científica de datos”, Xaro Benavent, coordinadora de Girls4STEM

María Francisca Gómez-Rico, profesora de Ingeniería Química y coordinadora del proyecto, apunta a que la experiencia en los campus está generando un cambio tangible: “Algunas chicas que tenían claro que no querían estudiar una ingeniería, ahora se lo plantean como posibilidad. Y chicas que dudaban, tienen más claro que les gusta la ingeniería. Mostramos que normalmente las ingenieras trabajamos en equipo, y que se nos da bien. Esto queda demostrado en los campus que llevamos a cabo, donde las chicas pasan a ser agentes activos en nuestros laboratorios, y ven lo que son capaces de conseguir formando equipo con personas que no conocen”.

Dejar de ser excepcional

Las iniciativas comparten el enfoque común de trabajar desde las primeras etapas educativas, con metodologías activas, referentes femeninos y materiales adaptados. Pero ¿son suficientes? El informe Científicas en Cifras 2025, elaborado por el Ministerio de Ciencia, revela que solo el 28% del alumnado de grado en Ingeniería y Arquitectura son mujeres. En el sector privado, la proporción de investigadoras apenas supera el 31%. Y en las posiciones de mayor jerarquía académica, la cifra de mujeres cae por debajo del 27%.

“Todos sabemos qué hace un médico, pero pocas personas saben qué hace una ingeniera mecánica o una científica de datos”, Xaro Benavent, coordinadora de Girls4STEM

Según el informe Iniciativas de fomento de las vocaciones STEAM en la Comunitat Valenciana, elaborado por la Càtedra de Bretxa Digital de Gènere de la Universitat de València junto a la Generalitat, solo el 5,2% de las chicas espera trabajar en una profesión científica o tecnológica, frente al 15,3% de los chicos. Parte del problema es cultural y también educativo. “En los últimos años de primaria, no son unas de las áreas que más refuerzo se da”, reflexiona Gómez-Rico, quien apunta a la falta de formación específica del profesorado como un factor determinante.

Quienes están al frente de estas acciones coinciden en que visibilizar es imprescindible, pero debe dejar de ser excepcional. “Nuestro futuro es tecnológico y no podemos no estar ahí. No nos lo podemos permitir”, incide Benavent. Lo que está en juego no es solo la igualdad de oportunidades, sino la capacidad de transformar un sistema que, si no cambia, seguirá desperdiciando talento.

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 En algunos centros educativos de la Comunidad Valenciana, las paredes se han convertido en grandes lienzos que rinden homenaje a mujeres investigadoras. No es arte por arte: se trata de toda una estrategia para despertar vocaciones científicas femeninas desde la escuela. Esta es la esencia de Dones de Ciència, un proyecto impulsado por la Universitat Politècnica de València (UPV) en colaboración con Las Naves, que ha transformado fachadas escolares en coloridas referencias de mujeres que han hecho historia en la ciencia.Desde el primero, inaugurado en febrero de 2019, son ya 42 murales y sumando. Luis Zurano, responsable de comunicación de la UPV e impulsor de la iniciativa, recuerda el origen del proyecto de forma personal: “Dones de Ciència nace en mi casa. Una noche, leyendo a mi hija un cuento de Niñas rebeldes, pensé: ¿y si llevamos estas historias a los muros de nuestras ciudades?”. La idea germinó rápidamente y hoy es un referente estatal. El proyecto pretende ser una herramienta pedagógica más que un homenaje. “Queremos que las mujeres protagonistas del mural se conviertan en compañeras más del centro cada día que los alumnos accedan a él”, explica.La estrategia se basa en murales visibles, elaborados por mujeres artistas, que no solo decoran, sino que inspiran, y se acompañan de material didáctico, entrevistas, vídeos y talleres. “El retorno es brutal. Cuando vas a una inauguración y ves al alumnado coreando el nombre de la científica, entiendes que algo importante está ocurriendo”, relata Zurano. La próxima cita será el 2 de junio con la inauguración del mural dedicado a la biofísica Eva Nogales.No solo para chicasOtra iniciativa que busca cambiar el relato desde la base es el proyecto Girls4STEM, en marcha desde 2019 en el entorno de la Universitat de València. “Nos dimos cuenta de que teníamos menos alumnas en nuestras aulas que cuando nosotras estudiábamos. Algo estábamos haciendo mal”, recuerda la profesora Xaro Benavent, coordinadora de la iniciativa. Girls4STEM conecta a centros educativos con mujeres profesionales del ámbito científico-tecnológico. La dinámica es tan sencilla como efectiva: una experta STEM visita el aula, explica su trayectoria y en qué consiste su día a día, y el alumnado, como actividad final, elabora una vídeo-biografía de menos de tres minutos. Las mejores se premian en una gala pública.“Lo importante es incluir algún tipo de actividad de fomento de la ciencia y la tecnología dentro del currículo”, Xaro Benavent, de Girls4STEM“No lo hacemos solo para chicas. Queremos que los chicos también normalicen a las mujeres como referentes en ciencia y tecnología”, explica Benavent. Además de charlas para el público general en diversas acciones durante el año, Girls4STEM trabaja con alumnado desde quinto de Primaria hasta Bachillerato, y busca romper estereotipos desde múltiples frentes. “Todos sabemos qué hace un médico, pero pocas personas saben qué hace una ingeniera mecánica o una científica de datos. Hay un gran desconocimiento sobre estas profesiones y, si a eso le sumas la falta de referentes femeninos, ya tienes una parte del problema”.El enfoque transversal del proyecto también se refleja en su relación con las familias y con otros agentes educativos. “Sabemos que el entorno familiar influye muchísimo en la elección de los estudios. Por eso involucramos a madres, padres y profesorado en actividades como nuestra charla Familia de final de curso, explica Benavent. Girls4STEM ha formado también a orientadores laborales en perspectiva de género, conscientes de que la brecha se perpetúa si no se interviene desde todos los ángulos.“Todos sabemos qué hace un médico, pero pocas personas saben qué hace una ingeniera mecánica o una científica de datos”, Xaro Benavent, coordinadora de Girls4STEMLa infancia es también el foco del Premio Hortensia Roig de Literatura Infantil, un certamen literario impulsado desde la Fundación EDEM que reconoce cuentos protagonizados por niñas interesadas en ciencia y tecnología. “Este premio une dos de mis grandes pasiones, la educación y la literatura. Persigue un cambio de chip en las niñas, desde el principio, en la educación primaria, donde empezamos a descartarnos y a pensar que las matemáticas o la física no son para nosotras”, explica Hortensia Roig, presidenta de EDEM y alma del premio que lleva su nombre.Más allá de la publicación de las obras premiadas, el premio asegura su distribución en escuelas y bibliotecas, y ofrece materiales educativos complementarios que permiten trabajar los cuentos en el aula. “Mi propósito es aflorar el talento femenino STEM a través de la lectura. Soy una firme defensora de la magia de la educación y su poder para transformar a las personas. Mi sueño es dentro de algunos años poder encontrarme a niñas que se hayan decidido por una carrera STEM tras haber leído alguno de los libros premiados”, confiesa Roig. Hasta ahora, se han donado más de 2.000 ejemplares a centros escolares de toda España.Desde la Universidad de Alicante, el programa Quiero ser ingeniera también se adentra en las aulas con una propuesta estructurada y transformadora. Dirigido a alumnas de 3º y 4º de ESO, el proyecto combina grandes jornadas divulgativas con campus especializados (como TechGirl, ChemEnGirl o GigabitGirl) en los que las participantes se convierten en protagonistas de prácticas reales vinculadas a diversas ramas de la ingeniería.“Todos sabemos qué hace un médico, pero pocas personas saben qué hace una ingeniera mecánica o una científica de datos”, Xaro Benavent, coordinadora de Girls4STEMMaría Francisca Gómez-Rico, profesora de Ingeniería Química y coordinadora del proyecto, apunta a que la experiencia en los campus está generando un cambio tangible: “Algunas chicas que tenían claro que no querían estudiar una ingeniería, ahora se lo plantean como posibilidad. Y chicas que dudaban, tienen más claro que les gusta la ingeniería. Mostramos que normalmente las ingenieras trabajamos en equipo, y que se nos da bien. Esto queda demostrado en los campus que llevamos a cabo, donde las chicas pasan a ser agentes activos en nuestros laboratorios, y ven lo que son capaces de conseguir formando equipo con personas que no conocen”.Dejar de ser excepcionalLas iniciativas comparten el enfoque común de trabajar desde las primeras etapas educativas, con metodologías activas, referentes femeninos y materiales adaptados. Pero ¿son suficientes? El informe Científicas en Cifras 2025, elaborado por el Ministerio de Ciencia, revela que solo el 28% del alumnado de grado en Ingeniería y Arquitectura son mujeres. En el sector privado, la proporción de investigadoras apenas supera el 31%. Y en las posiciones de mayor jerarquía académica, la cifra de mujeres cae por debajo del 27%.“Todos sabemos qué hace un médico, pero pocas personas saben qué hace una ingeniera mecánica o una científica de datos”, Xaro Benavent, coordinadora de Girls4STEMSegún el informe Iniciativas de fomento de las vocaciones STEAM en la Comunitat Valenciana, elaborado por la Càtedra de Bretxa Digital de Gènere de la Universitat de València junto a la Generalitat, solo el 5,2% de las chicas espera trabajar en una profesión científica o tecnológica, frente al 15,3% de los chicos. Parte del problema es cultural y también educativo. “En los últimos años de primaria, no son unas de las áreas que más refuerzo se da”, reflexiona Gómez-Rico, quien apunta a la falta de formación específica del profesorado como un factor determinante.Quienes están al frente de estas acciones coinciden en que visibilizar es imprescindible, pero debe dejar de ser excepcional. “Nuestro futuro es tecnológico y no podemos no estar ahí. No nos lo podemos permitir”, incide Benavent. Lo que está en juego no es solo la igualdad de oportunidades, sino la capacidad de transformar un sistema que, si no cambia, seguirá desperdiciando talento. Seguir leyendo  

En algunos centros educativos de la Comunidad Valenciana, las paredes se han convertido en grandes lienzos que rinden homenaje a mujeres investigadoras. No es arte por arte: se trata de toda una estrategia para despertar vocaciones científicas femeninas desde la escuela. Esta es la esencia de Dones de Ciència, un proyecto impulsado por la Universitat Politècnica de València (UPV) en colaboración con Las Naves, que ha transformado fachadas escolares en coloridas referencias de mujeres que han hecho historia en la ciencia.

Desde el primero, inaugurado en febrero de 2019, son ya 42 murales y sumando. Luis Zurano, responsable de comunicación de la UPV e impulsor de la iniciativa, recuerda el origen del proyecto de forma personal: “Dones de Ciència nace en mi casa. Una noche, leyendo a mi hija un cuento de Niñas rebeldes, pensé: ¿y si llevamos estas historias a los muros de nuestras ciudades?”. La idea germinó rápidamente y hoy es un referente estatal. El proyecto pretende ser una herramienta pedagógica más que un homenaje. “Queremos que las mujeres protagonistas del mural se conviertan en compañeras más del centro cada día que los alumnos accedan a él”, explica.

La estrategia se basa en murales visibles, elaborados por mujeres artistas, que no solo decoran, sino que inspiran, y se acompañan de material didáctico, entrevistas, vídeos y talleres. “El retorno es brutal. Cuando vas a una inauguración y ves al alumnado coreando el nombre de la científica, entiendes que algo importante está ocurriendo”, relata Zurano. La próxima cita será el 2 de junio con la inauguración del mural dedicado a la biofísica Eva Nogales.

No solo para chicas

Otra iniciativa que busca cambiar el relato desde la base es el proyecto Girls4STEM, en marcha desde 2019 en el entorno de la Universitat de València. “Nos dimos cuenta de que teníamos menos alumnas en nuestras aulas que cuando nosotras estudiábamos. Algo estábamos haciendo mal”, recuerda la profesora Xaro Benavent, coordinadora de la iniciativa. Girls4STEM conecta a centros educativos con mujeres profesionales del ámbito científico-tecnológico. La dinámica es tan sencilla como efectiva: una experta STEM visita el aula, explica su trayectoria y en qué consiste su día a día, y el alumnado, como actividad final, elabora una vídeo-biografía de menos de tres minutos. Las mejores se premian en una gala pública.

“Lo importante es incluir algún tipo de actividad de fomento de la ciencia y la tecnología dentro del currículo”, Xaro Benavent, de Girls4STEM

“No lo hacemos solo para chicas. Queremos que los chicos también normalicen a las mujeres como referentes en ciencia y tecnología”, explica Benavent. Además de charlas para el público general en diversas acciones durante el año, Girls4STEM trabaja con alumnado desde quinto de Primaria hasta Bachillerato, y busca romper estereotipos desde múltiples frentes. “Todos sabemos qué hace un médico, pero pocas personas saben qué hace una ingeniera mecánica o una científica de datos. Hay un gran desconocimiento sobre estas profesiones y, si a eso le sumas la falta de referentes femeninos, ya tienes una parte del problema”.

El enfoque transversal del proyecto también se refleja en su relación con las familias y con otros agentes educativos. “Sabemos que el entorno familiar influye muchísimo en la elección de los estudios. Por eso involucramos a madres, padres y profesorado en actividades como nuestra charla Familia de final de curso, explica Benavent. Girls4STEM ha formado también a orientadores laborales en perspectiva de género, conscientes de que la brecha se perpetúa si no se interviene desde todos los ángulos.

“Todos sabemos qué hace un médico, pero pocas personas saben qué hace una ingeniera mecánica o una científica de datos”, Xaro Benavent, coordinadora de Girls4STEM

La infancia es también el foco del Premio Hortensia Roig de Literatura Infantil, un certamen literario impulsado desde la Fundación EDEM que reconoce cuentos protagonizados por niñas interesadas en ciencia y tecnología. “Este premio une dos de mis grandes pasiones, la educación y la literatura. Persigue un cambio de chip en las niñas, desde el principio, en la educación primaria, donde empezamos a descartarnos y a pensar que las matemáticas o la física no son para nosotras”, explica Hortensia Roig, presidenta de EDEM y alma del premio que lleva su nombre.

Más allá de la publicación de las obras premiadas, el premio asegura su distribución en escuelas y bibliotecas, y ofrece materiales educativos complementarios que permiten trabajar los cuentos en el aula. “Mi propósito es aflorar el talento femenino STEM a través de la lectura. Soy una firme defensora de la magia de la educación y su poder para transformar a las personas. Mi sueño es dentro de algunos años poder encontrarme a niñas que se hayan decidido por una carrera STEM tras haber leído alguno de los libros premiados”, confiesa Roig. Hasta ahora, se han donado más de 2.000 ejemplares a centros escolares de toda España.

Desde la Universidad de Alicante, el programa Quiero ser ingeniera también se adentra en las aulas con una propuesta estructurada y transformadora. Dirigido a alumnas de 3º y 4º de ESO, el proyecto combina grandes jornadas divulgativas con campus especializados (como TechGirl, ChemEnGirl o GigabitGirl) en los que las participantes se convierten en protagonistas de prácticas reales vinculadas a diversas ramas de la ingeniería.

“Todos sabemos qué hace un médico, pero pocas personas saben qué hace una ingeniera mecánica o una científica de datos”, Xaro Benavent, coordinadora de Girls4STEM

María Francisca Gómez-Rico, profesora de Ingeniería Química y coordinadora del proyecto, apunta a que la experiencia en los campus está generando un cambio tangible: “Algunas chicas que tenían claro que no querían estudiar una ingeniería, ahora se lo plantean como posibilidad. Y chicas que dudaban, tienen más claro que les gusta la ingeniería. Mostramos que normalmente las ingenieras trabajamos en equipo, y que se nos da bien. Esto queda demostrado en los campus que llevamos a cabo, donde las chicas pasan a ser agentes activos en nuestros laboratorios, y ven lo que son capaces de conseguir formando equipo con personas que no conocen”.

Dejar de ser excepcional

Las iniciativas comparten el enfoque común de trabajar desde las primeras etapas educativas, con metodologías activas, referentes femeninos y materiales adaptados. Pero ¿son suficientes? El informe Científicas en Cifras 2025, elaborado por el Ministerio de Ciencia, revela que solo el 28% del alumnado de grado en Ingeniería y Arquitectura son mujeres. En el sector privado, la proporción de investigadoras apenas supera el 31%. Y en las posiciones de mayor jerarquía académica, la cifra de mujeres cae por debajo del 27%.

“Todos sabemos qué hace un médico, pero pocas personas saben qué hace una ingeniera mecánica o una científica de datos”, Xaro Benavent, coordinadora de Girls4STEM

Según el informe Iniciativas de fomento de las vocaciones STEAM en la Comunitat Valenciana, elaborado por la Càtedra de Bretxa Digital de Gènere de la Universitat de València junto a la Generalitat, solo el 5,2% de las chicas espera trabajar en una profesión científica o tecnológica, frente al 15,3% de los chicos. Parte del problema es cultural y también educativo. “En los últimos años de primaria, no son unas de las áreas que más refuerzo se da”, reflexiona Gómez-Rico, quien apunta a la falta de formación específica del profesorado como un factor determinante.

Quienes están al frente de estas acciones coinciden en que visibilizar es imprescindible, pero debe dejar de ser excepcional. “Nuestro futuro es tecnológico y no podemos no estar ahí. No nos lo podemos permitir”, incide Benavent. Lo que está en juego no es solo la igualdad de oportunidades, sino la capacidad de transformar un sistema que, si no cambia, seguirá desperdiciando talento.

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