José Antonio Flores Vera retrata una visión diferente de la corrupción en su nueva novela

José Antonio Flores Vera retrata una visión diferente de la corrupción en su nueva novela

En La corrupción no era esto, el autor granadino combina intriga jurídica, novela negra y reflexión social en una trama que desafía los límites de la ética y la moral.

Corrupción, historia y dilemas éticos en una novela adictiva

Granada se convierte en el epicentro de una compleja red de intriga en La corrupción no era esto, la más reciente novela de José Antonio Flores Vera. Nacido en Pinos Puente y residente en Granada, el autor lleva más de quince años gestando esta historia que, aunque de ficción, se inspira en el clima de corrupción que ha marcado la actualidad española en las últimas décadas.

La obra sigue a Isaac Croser, un joven abogado granadino al que dos prestigiosos letrados de su ciudad le encomiendan investigar casos de corrupción muy particulares. Estas investigaciones, enmarcadas dentro de una antigua sociedad secreta con vínculos en la historia de España, pronto revelan implicaciones que van más allá de lo legal, adentrándose en terrenos donde la moral y la ética se ponen a prueba.

“Quise que la corrupción se viera desde otra óptica social y jurídica”, explica el autor. A lo largo de la novela, las subtramas se entrelazan para crear un relato en el que las decisiones de los personajes —todos ellos marcados por un fuerte sentido de la ética— desencadenan giros inesperados. En el proceso, el protagonista descubrirá un linaje histórico propio que desconocía, añadiendo una capa extra de intriga y revelación personal.

Una narrativa que atrapa al lector

Lejos de limitarse a un thriller convencional, La corrupción no era esto propone un enfoque narrativo que combina la tensión de la novela negra con elementos históricos y jurídicos. El resultado es, en palabras de quienes ya han leído la obra, una “novela adictiva” y una “magnífica reflexión sobre el alma humana”.

Entre las opiniones más comunes, los lectores destacan “la tensión narrativa constante” y el hecho de que la historia “te mantiene en vilo continuo”, confirmando la capacidad del autor para sostener el interés página tras página. Flores Vera reconoce que este efecto no es casual: “No es bueno que las historias se queden en un cajón… hay que trabajarlas con el máximo cuidado ortotipográfico, gramatical y estilístico, por respeto al lector que decide leer tu libro entre tantos”.

La ambientación en Granada y otros escenarios de España y Francia añade un componente visual y cultural que enriquece la trama, al tiempo que refuerza la verosimilitud de los acontecimientos narrados.

Letrame Grupo Editorial: un aliado para publicar un libro de calidad

Para llevar esta obra al público, José Antonio Flores Vera confió en Letrame Grupo Editorial, un sello que se ha posicionado como referencia para quienes desean saber cómo publicar un libro con el máximo cuidado en cada etapa del proceso.

El autor, que ya ha publicado otras novelas, relatos y poesía, valora la experiencia de trabajar con una editorial que apuesta por la calidad y el rigor. “Publicar siempre es positivo, con sus altibajos, pero necesario. Las historias no deben quedarse en el olvido, especialmente cuando se han trabajado con dedicación en todos sus aspectos”, afirma.

La colaboración con Letrame ha permitido que La corrupción no era esto llegue al mercado con una edición cuidada y visible, un factor clave para alcanzar a los lectores interesados en la novela negra con trasfondo social y jurídico.

Una obra que invita a reflexionar

Más allá de su trama de suspense, La corrupción no era esto plantea preguntas incómodas sobre los límites de la moral en contextos de poder e influencia. ¿Hasta dónde está dispuesto a llegar un individuo para mantenerse fiel a sus principios? ¿Qué precio tiene la verdad cuando se enfrenta a intereses ocultos?

Flores Vera no pretende dar respuestas definitivas, sino ofrecer una historia que provoque al lector a pensar y a cuestionarse. En este sentido, su novela se diferencia de otras del género por la profundidad de sus dilemas éticos y la riqueza de sus subtramas.

Actualmente, el autor continúa escribiendo y ya ha publicado una nueva obra, Mi lugar en estos mundos, de temática distinta, pero con el mismo compromiso narrativo. Mientras tanto, La corrupción no era esto se afianza como una propuesta sólida para quienes buscan una lectura intensa, bien documentada y con múltiples capas de interpretación.

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