Cuando Javier Monferrer se presentó por primera vez en el despacho del profesor Sebastián Sánchez Castillo, en la Facultad de Filología, Traducción y Comunicación de la Universitat de València, su propuesta sorprendió tanto por su contenido como por su determinación. Quería realizar una tesis doctoral sobre la representación de la discapacidad en el cine español. Y lo hacía con una discapacidad física del 84% y sin poder usar las manos para tareas cotidianas como teclear. “Me sorprendió que, a pesar de su severa discapacidad física, tenía mucha energía y ganas de emprender unos estudios de doctorado, con todo lo que supone de inversión de tiempo, esfuerzo y desgaste personal. Es un modelo de superación que puede inspirar a estudiantes que en principio tienen más fácil su paso por la universidad”, recuerda Sánchez Castillo, su director de tesis.
El germen de aquella investigación no partió, como se podría suponer, de su propia condición. “Estas inquietudes nacen como consecuencia de un proceso de aprendizaje, formación y auto sensibilización”, explica Monferrer, de 45 años. Tras completar estudios universitarios en Ciencias Empresariales, un máster en Marketing Internacional e Investigación de Mercados y otro en Nuevas Tendencias y Procesos de Comunicación, fue durante una estancia Erasmus en Nápoles cuando descubrió el concepto de asistencia personal. “Para mí fue un hecho ilusionante poder comprobar que en el futuro podría ser independiente de mi familia, sin necesidad de ir a una residencia”.
Su primer trabajo académico sobre este tema fue un TFM centrado en la publicidad, nacido de una pregunta esencial: “Si soy un chico joven, con amigos, integrado en la sociedad, que consumo ropa, refrescos, otras bebidas, telefonía…, ¿por qué no estoy representado en los anuncios?”. A partir de ahí, decidió adentrarse en la investigación doctoral, con el cine como objeto de análisis.
“Es un modelo de superación que puede inspirar a estudiantes que en principio tienen más fácil su paso por la universidad”, destaca Sánchez Castillo, director de la tesis.
La tesis, titulada Discurso audiovisual de las personas con discapacidad en el cine español (1992-2022), analiza cómo el cine representa no solo a personas con discapacidad física, sino también a sus figuras de apoyo, personas invisibilizadas que prestan cuidados o fomentan la autonomía. El trabajo se sustenta en el análisis de más de treinta películas y 78 variables diferentes. “Se han considerado aspectos como la inclusión social, la accesibilidad del espacio, el entorno familiar, la personalidad, la autonomía personal, sexual, económica”, explica Sánchez Castillo, que lidera desde hace años una línea de investigación especializada en discapacidad y medios.
El relato mediático que define a 3 millones de personas
Como coordinador del Grupo de Investigación Enfermedades Raras y Comunicación, el profesor trabaja en el análisis del tratamiento mediático de las enfermedades raras y la discapacidad, un enfoque que considera imprescindible para entender cómo estas realidades son integradas (o no) en la sociedad. “Comprender cuál es el relato mediático que define a estas personas y a sus familiares determina cómo son integradas en la sociedad. Son más de tres millones de personas en España y estudiar su presencia en el ecosistema mediático se hace imprescindible en una sociedad democrática”, subraya.
Más allá del rigor académico, el proceso de redacción estuvo marcado por desafíos físicos y logísticos. “La movilidad reducida en mis manos me provocó redactar más lentamente. Utilicé el sistema de voz para dictar a Word… en ocasiones también he escrito utilizando la nariz”, relata Monferrer. “Realmente, creo que fue una pena que el servicio de apoyo que ofrecía la universidad desapareciese tras la pandemia”, añade, en referencia a María Pérez, asistente clave durante sus primeras etapas del doctorado.
La investigación analiza más de treinta películas y 78 variables para estudiar cómo el cine español ha representado a las personas con discapacidad física entre 1992 y 2022.
Durante el proceso de redacción, Monferrer compaginó su investigación con una experiencia laboral en el ámbito de la discapacidad. “En verano de 2021 fui contratado por CODIFIVA, una entidad del tercer sector destinada a promover la igualdad para personas con discapacidad física, para trabajar a media jornada”, recuerda. La oportunidad le permitió sentirse parte activa de la sociedad y disponer de ingresos propios, lo que reforzaba su autonomía personal. Sin embargo, admite que el empleo le restaba tiempo para avanzar en la tesis. “Pese a ser una jornada parcial, siempre había cosas que hacer. Aun así, cada tarde intentaba dedicar entre siete y ocho horas a la tesis, con más o menos ganas, pero sin dejar de trabajar en ella”, asegura. En 2024 fue despedido de la entidad, lo que, aunque inesperado, le permitió centrar todos sus esfuerzos en culminar la investigación.
La tesis desvela que, si bien en las décadas analizadas persisten estereotipos (la infantilización o la heroicidad del personaje con discapacidad), la tendencia general es hacia una representación más positiva y ajustada a la realidad. “La imagen que el cine español ofrece de las personas con discapacidad es en general bastante positiva. Sin embargo, en ocasiones se observan estereotipos del pasado, como la monstruosidad o la muerte como única solución a los problemas”, indica.
“La discapacidad debería ser una característica más del personaje, no un factor que condicione toda la trama”, defiende Monferrer.
Entre los títulos más transformadores destaca Vivir y otras ficciones (Jo Sol, 2016), por su enfoque sobre la vida independiente y la asistencia sexual. También menciona La consagración de la primavera (Fernando Franco, 2022) y El truco del manco (Santiago A. Zannou, 2008). “Son películas que rompen con la narrativa tradicional”, señala, a la vez que advierte la necesidad de contar con personas con discapacidad delante y detrás de las cámaras. “Lo ideal sería que participaran actores y actrices con discapacidad real. Eso ayudaría a mejorar la percepción social”, alega.
Una conquista personal
En el plano personal, Monferrer reconoce que la tesis ha sido una conquista. “En mi adolescencia repetí varias veces en FP… creo que algunos de mis profesores de esa época se sentirían sorprendidos”, señala. Pero su satisfacción va más allá del título: “Me gustaría que la tesis despertara interés entre profesionales de la comunicación, del cine y la publicidad, para fomentar la creación de contenidos audiovisuales con verdadero valor social. En el cine, sería deseable que una persona con discapacidad pueda ser protagonista sin que su condición determine necesariamente el argumento. La discapacidad debería ser una característica más del personaje, no un factor que condicione toda la trama”.
El mensaje que lanza a otros jóvenes con discapacidad es motivador: “La formación es vital para que seamos independientes. Aconsejaría a cualquier persona a adentrarse en una tesis doctoral por lo que puedes aportar a la sociedad y lo que puedes absorber y aprender”. Hoy, con la tesis defendida, Monferrer sueña con enseñar y seguir investigando. “Me encantaría formar parte de algún departamento como docente. Me gusta mucho el contacto con la gente joven”, asegura.
Cuando Javier Monferrer se presentó por primera vez en el despacho del profesor Sebastián Sánchez Castillo, en la Facultad de Filología, Traducción y Comunicación de la Universitat de València, su propuesta sorprendió tanto por su contenido como por su determinación. Quería realizar una tesis doctoral sobre la representación de la discapacidad en el cine español. Y lo hacía con una discapacidad física del 84% y sin poder usar las manos para tareas cotidianas como teclear. “Me sorprendió que, a pesar de su severa discapacidad física, tenía mucha energía y ganas de emprender unos estudios de doctorado, con todo lo que supone de inversión de tiempo, esfuerzo y desgaste personal. Es un modelo de superación que puede inspirar a estudiantes que en principio tienen más fácil su paso por la universidad”, recuerda Sánchez Castillo, su director de tesis.El germen de aquella investigación no partió, como se podría suponer, de su propia condición. “Estas inquietudes nacen como consecuencia de un proceso de aprendizaje, formación y auto sensibilización”, explica Monferrer, de 45 años. Tras completar estudios universitarios en Ciencias Empresariales, un máster en Marketing Internacional e Investigación de Mercados y otro en Nuevas Tendencias y Procesos de Comunicación, fue durante una estancia Erasmus en Nápoles cuando descubrió el concepto de asistencia personal. “Para mí fue un hecho ilusionante poder comprobar que en el futuro podría ser independiente de mi familia, sin necesidad de ir a una residencia”.Su primer trabajo académico sobre este tema fue un TFM centrado en la publicidad, nacido de una pregunta esencial: “Si soy un chico joven, con amigos, integrado en la sociedad, que consumo ropa, refrescos, otras bebidas, telefonía…, ¿por qué no estoy representado en los anuncios?”. A partir de ahí, decidió adentrarse en la investigación doctoral, con el cine como objeto de análisis.“Es un modelo de superación que puede inspirar a estudiantes que en principio tienen más fácil su paso por la universidad”, destaca Sánchez Castillo, director de la tesis.La tesis, titulada Discurso audiovisual de las personas con discapacidad en el cine español (1992-2022), analiza cómo el cine representa no solo a personas con discapacidad física, sino también a sus figuras de apoyo, personas invisibilizadas que prestan cuidados o fomentan la autonomía. El trabajo se sustenta en el análisis de más de treinta películas y 78 variables diferentes. “Se han considerado aspectos como la inclusión social, la accesibilidad del espacio, el entorno familiar, la personalidad, la autonomía personal, sexual, económica”, explica Sánchez Castillo, que lidera desde hace años una línea de investigación especializada en discapacidad y medios.El relato mediático que define a 3 millones de personasComo coordinador del Grupo de Investigación Enfermedades Raras y Comunicación, el profesor trabaja en el análisis del tratamiento mediático de las enfermedades raras y la discapacidad, un enfoque que considera imprescindible para entender cómo estas realidades son integradas (o no) en la sociedad. “Comprender cuál es el relato mediático que define a estas personas y a sus familiares determina cómo son integradas en la sociedad. Son más de tres millones de personas en España y estudiar su presencia en el ecosistema mediático se hace imprescindible en una sociedad democrática”, subraya.Más allá del rigor académico, el proceso de redacción estuvo marcado por desafíos físicos y logísticos. “La movilidad reducida en mis manos me provocó redactar más lentamente. Utilicé el sistema de voz para dictar a Word… en ocasiones también he escrito utilizando la nariz”, relata Monferrer. “Realmente, creo que fue una pena que el servicio de apoyo que ofrecía la universidad desapareciese tras la pandemia”, añade, en referencia a María Pérez, asistente clave durante sus primeras etapas del doctorado.La investigación analiza más de treinta películas y 78 variables para estudiar cómo el cine español ha representado a las personas con discapacidad física entre 1992 y 2022.Durante el proceso de redacción, Monferrer compaginó su investigación con una experiencia laboral en el ámbito de la discapacidad. “En verano de 2021 fui contratado por CODIFIVA, una entidad del tercer sector destinada a promover la igualdad para personas con discapacidad física, para trabajar a media jornada”, recuerda. La oportunidad le permitió sentirse parte activa de la sociedad y disponer de ingresos propios, lo que reforzaba su autonomía personal. Sin embargo, admite que el empleo le restaba tiempo para avanzar en la tesis. “Pese a ser una jornada parcial, siempre había cosas que hacer. Aun así, cada tarde intentaba dedicar entre siete y ocho horas a la tesis, con más o menos ganas, pero sin dejar de trabajar en ella”, asegura. En 2024 fue despedido de la entidad, lo que, aunque inesperado, le permitió centrar todos sus esfuerzos en culminar la investigación.La tesis desvela que, si bien en las décadas analizadas persisten estereotipos (la infantilización o la heroicidad del personaje con discapacidad), la tendencia general es hacia una representación más positiva y ajustada a la realidad. “La imagen que el cine español ofrece de las personas con discapacidad es en general bastante positiva. Sin embargo, en ocasiones se observan estereotipos del pasado, como la monstruosidad o la muerte como única solución a los problemas”, indica.“La discapacidad debería ser una característica más del personaje, no un factor que condicione toda la trama”, defiende Monferrer.Entre los títulos más transformadores destaca Vivir y otras ficciones (Jo Sol, 2016), por su enfoque sobre la vida independiente y la asistencia sexual. También menciona La consagración de la primavera (Fernando Franco, 2022) y El truco del manco (Santiago A. Zannou, 2008). “Son películas que rompen con la narrativa tradicional”, señala, a la vez que advierte la necesidad de contar con personas con discapacidad delante y detrás de las cámaras. “Lo ideal sería que participaran actores y actrices con discapacidad real. Eso ayudaría a mejorar la percepción social”, alega.Una conquista personalEn el plano personal, Monferrer reconoce que la tesis ha sido una conquista. “En mi adolescencia repetí varias veces en FP… creo que algunos de mis profesores de esa época se sentirían sorprendidos”, señala. Pero su satisfacción va más allá del título: “Me gustaría que la tesis despertara interés entre profesionales de la comunicación, del cine y la publicidad, para fomentar la creación de contenidos audiovisuales con verdadero valor social. En el cine, sería deseable que una persona con discapacidad pueda ser protagonista sin que su condición determine necesariamente el argumento. La discapacidad debería ser una característica más del personaje, no un factor que condicione toda la trama”.El mensaje que lanza a otros jóvenes con discapacidad es motivador: “La formación es vital para que seamos independientes. Aconsejaría a cualquier persona a adentrarse en una tesis doctoral por lo que puedes aportar a la sociedad y lo que puedes absorber y aprender”. Hoy, con la tesis defendida, Monferrer sueña con enseñar y seguir investigando. “Me encantaría formar parte de algún departamento como docente. Me gusta mucho el contacto con la gente joven”, asegura. Seguir leyendo
Cuando Javier Monferrer se presentó por primera vez en el despacho del profesor Sebastián Sánchez Castillo, en la Facultad de Filología, Traducción y Comunicación de la Universitat de València, su propuesta sorprendió tanto por su contenido como por su determinación. Quería realizar una tesis doctoral sobre la representación de la discapacidad en el cine español. Y lo hacía con una discapacidad física del 84% y sin poder usar las manos para tareas cotidianas como teclear. “Me sorprendió que, a pesar de su severa discapacidad física, tenía mucha energía y ganas de emprender unos estudios de doctorado, con todo lo que supone de inversión de tiempo, esfuerzo y desgaste personal. Es un modelo de superación que puede inspirar a estudiantes que en principio tienen más fácil su paso por la universidad”, recuerda Sánchez Castillo, su director de tesis.
El germen de aquella investigación no partió, como se podría suponer, de su propia condición. “Estas inquietudes nacen como consecuencia de un proceso de aprendizaje, formación y auto sensibilización”, explica Monferrer, de 45 años. Tras completar estudios universitarios en Ciencias Empresariales, un máster en Marketing Internacional e Investigación de Mercados y otro en Nuevas Tendencias y Procesos de Comunicación, fue durante una estancia Erasmus en Nápoles cuando descubrió el concepto de asistencia personal. “Para mí fue un hecho ilusionante poder comprobar que en el futuro podría ser independiente de mi familia, sin necesidad de ir a una residencia”.
Su primer trabajo académico sobre este tema fue un TFM centrado en la publicidad, nacido de una pregunta esencial: “Si soy un chico joven, con amigos, integrado en la sociedad, que consumo ropa, refrescos, otras bebidas, telefonía…, ¿por qué no estoy representado en los anuncios?”. A partir de ahí, decidió adentrarse en la investigación doctoral, con el cine como objeto de análisis.
“Es un modelo de superación que puede inspirar a estudiantes que en principio tienen más fácil su paso por la universidad”, destaca Sánchez Castillo, director de la tesis.
La tesis, titulada Discurso audiovisual de las personas con discapacidad en el cine español (1992-2022), analiza cómo el cine representa no solo a personas con discapacidad física, sino también a sus figuras de apoyo, personas invisibilizadas que prestan cuidados o fomentan la autonomía. El trabajo se sustenta en el análisis de más de treinta películas y 78 variables diferentes. “Se han considerado aspectos como la inclusión social, la accesibilidad del espacio, el entorno familiar, la personalidad, la autonomía personal, sexual, económica”, explica Sánchez Castillo, que lidera desde hace años una línea de investigación especializada en discapacidad y medios.
El relato mediático que define a 3 millones de personas
Como coordinador del Grupo de Investigación Enfermedades Raras y Comunicación, el profesor trabaja en el análisis del tratamiento mediático de las enfermedades raras y la discapacidad, un enfoque que considera imprescindible para entender cómo estas realidades son integradas (o no) en la sociedad. “Comprender cuál es el relato mediático que define a estas personas y a sus familiares determina cómo son integradas en la sociedad. Son más de tres millones de personas en España y estudiar su presencia en el ecosistema mediático se hace imprescindible en una sociedad democrática”, subraya.
Más allá del rigor académico, el proceso de redacción estuvo marcado por desafíos físicos y logísticos. “La movilidad reducida en mis manos me provocó redactar más lentamente. Utilicé el sistema de voz para dictar a Word… en ocasiones también he escrito utilizando la nariz”, relata Monferrer. “Realmente, creo que fue una pena que el servicio de apoyo que ofrecía la universidad desapareciese tras la pandemia”, añade, en referencia a María Pérez, asistente clave durante sus primeras etapas del doctorado.
La investigación analiza más de treinta películas y 78 variables para estudiar cómo el cine español ha representado a las personas con discapacidad física entre 1992 y 2022.
Durante el proceso de redacción, Monferrer compaginó su investigación con una experiencia laboral en el ámbito de la discapacidad. “En verano de 2021 fui contratado por CODIFIVA, una entidad del tercer sector destinada a promover la igualdad para personas con discapacidad física, para trabajar a media jornada”, recuerda. La oportunidad le permitió sentirse parte activa de la sociedad y disponer de ingresos propios, lo que reforzaba su autonomía personal. Sin embargo, admite que el empleo le restaba tiempo para avanzar en la tesis. “Pese a ser una jornada parcial, siempre había cosas que hacer. Aun así, cada tarde intentaba dedicar entre siete y ocho horas a la tesis, con más o menos ganas, pero sin dejar de trabajar en ella”, asegura. En 2024 fue despedido de la entidad, lo que, aunque inesperado, le permitió centrar todos sus esfuerzos en culminar la investigación.
La tesis desvela que, si bien en las décadas analizadas persisten estereotipos (la infantilización o la heroicidad del personaje con discapacidad), la tendencia general es hacia una representación más positiva y ajustada a la realidad. “La imagen que el cine español ofrece de las personas con discapacidad es en general bastante positiva. Sin embargo, en ocasiones se observan estereotipos del pasado, como la monstruosidad o la muerte como única solución a los problemas”, indica.
“La discapacidad debería ser una característica más del personaje, no un factor que condicione toda la trama”, defiende Monferrer.
Entre los títulos más transformadores destaca Vivir y otras ficciones (Jo Sol, 2016), por su enfoque sobre la vida independiente y la asistencia sexual. También menciona La consagración de la primavera (Fernando Franco, 2022) y El truco del manco (Santiago A. Zannou, 2008). “Son películas que rompen con la narrativa tradicional”, señala, a la vez que advierte la necesidad de contar con personas con discapacidad delante y detrás de las cámaras. “Lo ideal sería que participaran actores y actrices con discapacidad real. Eso ayudaría a mejorar la percepción social”, alega.
Una conquista personal
En el plano personal, Monferrer reconoce que la tesis ha sido una conquista. “En mi adolescencia repetí varias veces en FP… creo que algunos de mis profesores de esa época se sentirían sorprendidos”, señala. Pero su satisfacción va más allá del título: “Me gustaría que la tesis despertara interés entre profesionales de la comunicación, del cine y la publicidad, para fomentar la creación de contenidos audiovisuales con verdadero valor social. En el cine, sería deseable que una persona con discapacidad pueda ser protagonista sin que su condición determine necesariamente el argumento. La discapacidad debería ser una característica más del personaje, no un factor que condicione toda la trama”.
El mensaje que lanza a otros jóvenes con discapacidad es motivador: “La formación es vital para que seamos independientes. Aconsejaría a cualquier persona a adentrarse en una tesis doctoral por lo que puedes aportar a la sociedad y lo que puedes absorber y aprender”. Hoy, con la tesis defendida, Monferrer sueña con enseñar y seguir investigando. “Me encantaría formar parte de algún departamento como docente. Me gusta mucho el contacto con la gente joven”, asegura.
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