El Ayuntamiento de Barcelona se ha hecho con la propiedad del Club Capitol de la Rambla y pretende, tal y como ha asegurado este lunes el alcalde Jaume Collboni, reabrirlo antes de la Mercè del año 2027. Tal y como ha hecho el Consistorio con otros equipamientos que ha acabado comprando -el Molino, Arnau, la sala Paral·lel 62- la gestión del Capitol se sacará a concurso en unos meses para que una empresa privada acabe dirigiendo la programación de las dos salas en las que se divide el espacio. El Capitol, en la parte alta de la Rambla, cerró las puertas en 2020 cuando el propietario del local no prorrogó el contrato de arrendamiento al Grupo Balañá que lo gestionaba desde 1962. Desde entonces, ha permanecido cerrado y han sido varias las ocasiones en que se ha anunciado la apertura de una franquicia de ropa en el local del teatro.
El alcalde de Barcelona ha anunciado este lunes la adquisición y ha defendido la operación municipal que “no ha costado un euro”. Collboni ha detallado que los propietarios del Capitol también son propietarios del llamado edificio de la Telefónica, en el número 2 de la calle Fontanella. “Hemos llegado a un acuerdo para modificar urbanísticamente el edificio de Telefónica que tenía uso de equipamientos y ahora será comercial y de oficinas. Con esta modificación, se ha generado una plusvalía y la propiedad nos da el Capitol y en la parte superior del teatro se adecuarán las oficinas para que se conviertan en la sede del consorcio de Bibliotecas”, ha anunciado Collboni. En la rueda de prensa también se encontraban el teniente de alcalde de Seguridad y concejal de Ciutat Vella, Albert Batlle, y el concejal de Cultura, Xavier Marcé. Acompañados de representantes del mundo empresarial, cultural y entidades de la Rambla.
“Este es un paso más para consolidar la Rambla como eje cultural”, ha señalado el alcalde. El Capitol contará con dos salas, una de 402 butacas y otra de 198. El hecho de que las dos plantas superiores del teatro – que en la actualidad son una pensión en desuso- acaben siendo la sede del Consorcio de Bibliotecas supone, para Collboni, un nuevo revulsivo ya que los trabajadores se reparten ahora en dos locales alquilados que cuestan 200.000 euros al año al Consistorio.
El Grupo Balañá bautizó una de las salas como Pepe Rubianes en homenaje al actor que tantos monólogos protagonizó en el Capitol. Collboni se ha mostrado partidario de mantener este nombre aunque ha advertido de que se tomará la decisión “que quiera la familia” del artista. El otro teatro -sin contar el Liceu- de la Rambla: El Principal, sigue en obras. Collboni ha destacado que ese proyecto es privado y el Consistorio solo está comprobando que se cumpla con las licencias que solicitan los actuales propietarios.
Isabel Vidal, la presidenta de Adetca (Asociación de Empresas de Teatro de Cataluña), ha asegurado que la adquisición del Capitol es “una gran noticia”. “El acuerdo es buenísimo para la ciudad y vuelve un teatro emblemático. Hemos recuperado Molino, Arnau, Capitol… estamos contentísimos”, ha mantenido Vidal. También ha defendido la operación la entidad Amics de la Rambla, que considera que la vuelta del teatro es una “buena noticia” para el paseo más icónico de la capital catalana.
El teatro Capitol -también conocido como Can Pistolas por proyectar westerns– abrió las puertas como cine en 1926 y no fue hasta 1997 cuando se reconvirtió en teatro. El 3 de julio de 2019 una inundación en el Hotel Continental obligó a suspender las funciones. Quedó tocado de muerte y en marzo de 2020, coincidiendo con la pandemia, cerró definitivamente. Este teatro casi centenario acogió 379 espectáculos con más de 14.000 funciones y una asistencia acumulada de más de 2,7 millones de espectadores.
El alcalde, Jaume Collboni, se enorgullece de que la operación no ha costado ni un euro a la ciudadanía
El alcalde, Jaume Collboni, se enorgullece de que la operación no ha costado ni un euro a la ciudadanía

El Ayuntamiento de Barcelona se ha hecho con la propiedad del Club Capitol de la Rambla y pretende, tal y como ha asegurado este lunes el alcalde Jaume Collboni, reabrirlo antes de la Mercè del año 2027. Tal y como ha hecho el Consistorio con otros equipamientos que ha acabado comprando -el Molino, Arnau, la sala Paral·lel 62- la gestión del Capitol se sacará a concurso en unos meses para que una empresa privada acabe dirigiendo la programación de las dos salas en las que se divide el espacio. El Capitol, en la parte alta de la Rambla, cerró las puertas en 2020 cuando el propietario del local no prorrogó el contrato de arrendamiento al Grupo Balañá que lo gestionaba desde 1962. Desde entonces, ha permanecido cerrado y han sido varias las ocasiones en que se ha anunciado la apertura de una franquicia de ropa en el local del teatro.

El alcalde de Barcelona ha anunciado este lunes la adquisición y ha defendido la operación municipal que “no ha costado un euro”. Collboni ha detallado que los propietarios del Capitol también son propietarios del llamado edificio de la Telefónica, en el número 2 de la calle Fontanella. “Hemos llegado a un acuerdo para modificar urbanísticamente el edificio de Telefónica que tenía uso de equipamientos y ahora será comercial y de oficinas. Con esta modificación, se ha generado una plusvalía y la propiedad nos da el Capitol y en la parte superior del teatro se adecuarán las oficinas para que se conviertan en la sede del consorcio de Bibliotecas”, ha anunciado Collboni. En la rueda de prensa también se encontraban el teniente de alcalde de Seguridad y concejal de Ciutat Vella, Albert Batlle, y el concejal de Cultura, Xavier Marcé. Acompañados de representantes del mundo empresarial, cultural y entidades de la Rambla.
“Este es un paso más para consolidar la Rambla como eje cultural”, ha señalado el alcalde. El Capitol contará con dos salas, una de 402 butacas y otra de 198. El hecho de que las dos plantas superiores del teatro – que en la actualidad son una pensión en desuso- acaben siendo la sede del Consorcio de Bibliotecas supone, para Collboni, un nuevo revulsivo ya que los trabajadores se reparten ahora en dos locales alquilados que cuestan 200.000 euros al año al Consistorio.
El Grupo Balañá bautizó una de las salas como Pepe Rubianes en homenaje al actor que tantos monólogos protagonizó en el Capitol. Collboni se ha mostrado partidario de mantener este nombre aunque ha advertido de que se tomará la decisión “que quiera la familia” del artista. El otro teatro -sin contar el Liceu- de la Rambla: El Principal, sigue en obras. Collboni ha destacado que ese proyecto es privado y el Consistorio solo está comprobando que se cumpla con las licencias que solicitan los actuales propietarios.

Isabel Vidal, la presidenta de Adetca (Asociación de Empresas de Teatro de Cataluña), ha asegurado que la adquisición del Capitol es “una gran noticia”. “El acuerdo es buenísimo para la ciudad y vuelve un teatro emblemático. Hemos recuperado Molino, Arnau, Capitol… estamos contentísimos”, ha mantenido Vidal. También ha defendido la operación la entidad Amics de la Rambla, que considera que la vuelta del teatro es una “buena noticia” para el paseo más icónico de la capital catalana.
El teatro Capitol -también conocido como Can Pistolas por proyectar westerns– abrió las puertas como cine en 1926 y no fue hasta 1997 cuando se reconvirtió en teatro. El 3 de julio de 2019 una inundación en el Hotel Continental obligó a suspender las funciones. Quedó tocado de muerte y en marzo de 2020, coincidiendo con la pandemia, cerró definitivamente. Este teatro casi centenario acogió 379 espectáculos con más de 14.000 funciones y una asistencia acumulada de más de 2,7 millones de espectadores.
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