El Givenchy de Audrey Hepburn en ‘Sabrina’, el verde Balenciaga de Isabelle Huppert en Cannes o el rojo de Julia Roberts en ‘Pretty woman’. Estos vestidos trascendieron su momento, pasaron a la historia y a la memoria cultural de la moda
El Givenchy de Audrey Hepburn en ‘Sabrina’, el verde Balenciaga de Isabelle Huppert en Cannes o el rojo de Julia Roberts en ‘Pretty woman’. Estos vestidos trascendieron su momento, pasaron a la historia y a la memoria cultural de la moda
Audrey Hepburn en ‘Sabrina’ (1954). Aunque entonces era poco común que un diseñador europeo vistiera a una actriz en una película de Hollywood, Audrey Hepburn viajó a París en busca del vestuario para su personaje en ‘Sabrina’, dirigida por Billy Wilder. Cuando Hubert de Givenchy recibió a “Mme. Hepburn” en su taller, este esperaba encontrarse a Katharine Hepburn. A pesar de la confusión, diseñó para ella este vestido de cóctel sin tirantes, con escote recto, cintura ajustada y una falda con volumen hasta los tobillos, adornada con bordados negros de estilo floral, que reflejaba la elegancia de la alta costura parisina de los años cincuenta, de líneas limpias y detalles sofisticados, y que acabó simbolizando la metamorfosis del personaje de Hepburn.George Rinhart (Corbis via Getty Images)El vestido de novia de Grace Kelly (1956). Es, probablemente, el vestido de novia más imitado de la historia. Diseñado por Helen Rose, fue una obra maestra confeccionada en dos meses por 36 costureras de su taller. Con encaje de Bruselas, perlas cosidas a mano y un velo de 90 metros, reflejaba la elegancia de la actriz. Su boda con el príncipe Rainiero de Mónaco fue un evento seguido por 30 millones de espectadores y reunió a 600 invitados. Como detalle curioso, Grace tuvo que colocarse la alianza ella misma cuando su nervioso esposo no logró hacerlo.Joseph McKeown (Getty Images)El vestido del ‘Happy Birthday, Mr. President’ de Marilyn Monroe (1962). El vestido que Marilyn Monroe llevó para cantar a John F. Kennedy en 1962 es una de las piezas más icónicas de la moda. Diseñado por Jean Louis –con un boceto original realizado por un joven Bob Mackie- y adornado con 2.500 cristales, su efecto segunda piel causó un impacto estratosférico. El vestido era tan ajustado que no solo hubo que terminar de coserlo con Marilyn ya dentro, sino que además esparció la leyenda de que la actriz no llevaba ropa interior, en un momento en el que los rumores de la relación entre la actriz y el presidente eran vox populi. Marilyn lo compró por 1.440 dólares en la época (unos 15.000 dólares de hoy) se volvió icónico, hasta tal punto que en 2016 se subastó por 4,8 millones de dólares. En 2022, volvió a captar la atención cuando Kim Kardashian lo llevó fugazmente en la Met Gala.Bettmann (Bettmann Archive)El vestido negro de Cher (1986). En los Oscar de 1986, Cher hizo historia con un vestido negro diseñado por su colaborador Bob Mackie. Con un ‘bralette’ de lentejuelas, una falda de tiro bajo, botas altas y un imponente tocado de plumas, su ‘look’ rompió las reglas del glamour tradicional. Cher defendió su elección: «No me importa si les gusta cómo me visto», dijo, anticipando quizá el eco cultural que tendría. Que le pregunten a Zendaya si no.Bettmann (Bettmann Archive)El Halston plisado de Lauren Hutton (1975). En los Oscar de 1975, Lauren Hutton deslumbró con un vestido que combinaba tonos suaves en una silueta de diosa griega. Halston, conocido por sus diseños innovadores, apodó este conjunto como el «vestido helado» debido a sus colores pastel que evocaban sabores de helado. Aunque Hutton no era fanática de las tendencias, este ‘look’ se ha convertido en un referente de elegancia atemporal.Michael Ochs Archives (Getty Images)El vestido rojo de ‘Pretty Woman’ (1990). Uno de los más icónicos de la historia del cine estuvo a punto de no suceder. Fue diseñado por Marilyn Vance y se convirtió en un símbolo del personaje de Julia Roberts en la comedia romántica que definió la década. El vestido, de hombros descubiertos, iba a ser de color negro, pero Vance logró convencer al equipo de producción para cambiarlo a rojo, lo que subrayó la transición de la protagonista de la pobreza a la riqueza, un tema central del filme. Elegante y sensual, se convirtió en un verdadero icono de la moda cinematográfica que valió un BAFTA al mejor vestuario y que fue exhibido en el Museo Victoria & Albert de Londres en 2014.photo: MPTV.netCindy Crawford y el vestido rojo (1991). En los Premios Oscar de 1991, Cindy Crawford deslumbró en la alfombra roja con un vestido rojo de Versace que resaltaba su espectacular figura. Acompañada de su entonces novio, Richard Gere, la pareja captó la atención de los medios, marcando su primera aparición pública conjunta en un evento de alto perfil. Este atuendo no solo daba fe de la posición de Crawford como ‘top’ en el momento de oro de las supermodelos, sino que también influyó en la moda de la época, inspirando numerosas réplicas y destacándose como uno de los ‘looks’ más icónicos de la historia de los Oscar. Años después, en 2018, su hija Kaia Gerber rindió homenaje a este momento al portar una versión moderna del vestido durante el Festival Internacional de Cine de Toronto.Ron Galella (Ron Galella Collection via Getty)Liz Hurley y el vestido de imperdibles (1994). En 1994, Elizabeth Hurley asistió al estreno de ‘Cuatro bodas y un funeral’ junto a su entonces novio, Hugh Grant. Para la ocasión, Hurley eligió a última hora un despampanante vestido negro de Versace sostenido por grandes imperdibles dorados, diseñado por Gianni Versace. El diseño estaba a años luz de lo que solía verse en la alfombra roja por aquel entonces y lo atrevido del atuendo no solo catapultó a Hurley al estrellato internacional, sino que transformó la percepción de la moda y la celebridad en la alfombra roja. Al día siguiente, aquel vestido, que hoy cuenta con su propia página en Wikipedia, apareció en todos los periódicos e inauguró una nueva era en la industria de la moda.Gareth Davies (Getty Images)El vestido de la venganza: Lady Di (1994). El 29 de junio de 1994, mientras el príncipe Carlos admitía en televisión su infidelidad con Camilla Parker-Bowles, Diana de Gales asistía a una gala benéfica en Londres luciendo un vestido negro, diseñado por Christina Stambolian, que llevaba tres años guardado en su armario. Rápidamente se conocería como el «vestido de la venganza». Este ‘look’, audaz y empoderado, marcó un antes y un después en la imagen pública de Diana. El pequeño vestido negro no solo reflejaba su nueva independencia, sino que también simbolizaba su liberación del yugo de la familia real. La fotografía de esa noche, donde Diana irradiaba confianza y felicidad, fue un golpe visual que contrarrestó la confesión pública de Carlos y dejó claro que ella brillaba por sí misma. Una de las asistentes al evento, Julia Peyton-Jones, contó años después al diario The Telegraph que cuando Diana bajó del coche “parecía que hubiera descendido a la Tierra desde otro planeta. Estaba sensacional con su modelo de hombros descubiertos y todos a su lado parecíamos grises y anticuados”.Princess Diana Archive (Getty Images)El vestido reina del baile, de Gwyneth Paltrow (1999). Como publicó ‘Vogue’ años después, las comparaciones entre Gwyneth Paltrow y Grace Kelly comenzaron el 21 de marzo de 1999. Aquella noche Paltrow pisó la alfombra roja de los premios Oscar a punto de ganar su primera estatuilla (por su personaje en la película ‘Shakespeare in Love’) firmado por Ralph Lauren. A simple vista el diseño parecía sencillo, pero sus detalles lo convirtieron en un clásico: confeccionado en tafetán, el vestido presentaba dos finos tirantes, un escote en uve y una falda abullonada. Este vestido no solo marcó un hito en la alfombra roja, sino que también tuvo un impacto cultural más amplio. En ese mismo año, se convirtió en el más copiado por las adolescentes estadounidenses que celebraban su baile de graduación, gracias a una compañía que se dedicaba a replicar vestidos de grandes marcas a precios accesibles. Además, el rosa, un color casi olvidado desde los años ochenta, volvió a estar en el centro de la moda, impulsado por este icónico ‘look’.Frank Trapper (Corbis via Getty Images)El vestido periódico de Sarah Jessica Parker (2000). Si Carrie Bradshaw dejó una huella innegable en la cultura pop que llega hasta el día de hoy, este vestido fue la cima de su estatus como icono de moda. Lo lució por primera vez en la tercera temporada de ‘Sexo en Nueva York’, en un icónico episodio donde Carrie interrumpe el almuerzo de Natasha (Bridget Moynahan). El vestido, diseñado por John Galliano para la colección de alta costura otoño-invierno 2000/01 de Christian Dior, destacaba por su estampado divertido y algo irreverente. El impacto del vestido fue tal que no solo se repitió en la segunda película de la saga, sino que la colección ‘boho chic’ de Galliano se convirtió en un emblema de la moda pop de los 2000 y sigue siendo recordada como uno de los ‘looks’ más representativos de la década.James Devaney (WireImage)El vestido cisne, de Björk (2001). Diseñado por el macedonio Marjan Pejoski, este es uno de los momentos más comentados de la historia de los premios Oscar. La cantante islandesa lo usó en la ceremonia de 2001, donde estaba nominada en mejor canción original por ‘I’ve Seen It All’, de la película ‘Dancer in the Dark’. El vestido, una pieza que imitaba la figura de un cisne, era surrealista, extravagante y del todo inusual, y pasó a la posteridad como una de las declaraciones de moda más audaces y memorables en una alfombra roja. Ha sido comentado, parodiado y estudiado infinidad de veces, lo que lo convierte en un referente de la moda no convencional.Steve Granitz (WireImage)Jennifer Lopez y el primer vestido en romper internet (2000). En la noche de los Grammy del año 2000, Jennifer Lopez no solo deslumbró con su presencia, sino que, casi sin quererlo, marcó un hito en la historia de la moda y la tecnología. Su vestido verde de estampado selvático de Versace, con un escote infinito, fue el primero en “romper internet”, antes de que este término existiera. Según Eric Schmidt, CEO de Google, el furor por ver más imágenes del icónico ‘look’ de J.Lo impulsó la creación de la herramienta de búsqueda de imágenes Google Images. La prenda sigue siendo un símbolo de cómo la moda puede trascender, y veinte años más tarde Lopez lució una réplica en el desfile de la colección primavera-verano 2020 de Versace.Scott Gries (Getty Images)El vestido de la condena de Naomi Campbell (2007). En marzo de 2007, Naomi Campbell cumplió una condena de servicios comunitarios tras agredir a su asistente. Durante esa semana, los paparazzi la seguían constantemente, así que la supermodelo transformó su castigo en un espectáculo: el último día apareció montada en un Rolls Royce con un impresionante vestido plateado de Dolce & Gabbana con cristales de Swarovski. Más tarde, explicó que no planeó demasiado el ‘look’, pero que sí quería dar a los medios lo que esperaban. El vestido fue subastado a favor de la Fundación Nelson Mandela.Marcel Thomas (FilmMagic)El vestido verde de Keira Knightley (2007). La imagen ha quedado grabada como obsesión compartida en la memoria colectiva de la generación milenial: nada explica mejor la agitación y misterio de su personaje en ‘Expiación’ que este vestido verde arsénico, creado por la figurinista Jacqueline Durran. El vestido mezcla elementos de la moda de los años veinte y treinta. Aunque Durran fue nominada al Oscar por su trabajo, el vestido ha trascendido más allá de la película, también con su propia página de Wikipedia y un legado que continúa casi dos décadas después tanto en las pasarelas como en la temporada de fiestas.Planet/cordon pressEl vestido ‘vintage’ de Balmain, de Penélope Cruz (2009). En la ceremonia de los Oscar de 2009, Penélope Cruz deslumbró al mundo con un vestido ‘vintage’ de Pierre Balmain de los años cincuenta. La actriz se había enamorado de él a primera vista años antes, en una tienda de segunda mano llamada Lily et Cie, en Los Ángeles. Lo compró y pensó: “Si alguna vez voy a ganar un Oscar, me lo pondré”. La actriz, que emulaba el glamour clásico de Hollywood, se llevó su primera estatuilla, por su interpretación en la película ‘Vicky Cristina Barcelona’ (2008), dirigida por Woody Allen.GABRIEL BOUYS (AFP via Getty Images)La abertura en la pierna de Angelina Jolie (2012). Si en 2012 había una actriz con el carisma necesario para defender un vestido confeccionado con seis metros de terciopelo sobre la alfombra roja de los Oscar, esa era Angelina Jolie. Pero aquel vestido lujoso y dramático, firma de Versace, pasó a la historia por otra cosa. La abertura diseñada para mostrar la pierna exigía que la actriz forzara su postura para posar ante los fotógrafos. De acuerdo con Donatella Versace, la rigidez del vestido requería que Angelina mantuviera un ángulo específico para que la tela cayera de forma perfecta. Y así fue como se creó uno de los primeros memes de la historia de los Oscar.Gregg DeGuire (FilmMagic)El vestido azul Nairobi de Lupita Nyong’o (2014). «Este vestido me recuerda a las burbujas del champagne. Es de Prada y pude contribuir a diseñarlo. El color es azul por el cielo de Nairobi. Crecí rodeada de este azul y al llevar este vestido me siento como en casa», declaró la actriz en la alfombra roja, momentos antes de ganar su Oscar como mejor actriz de reparto por su papel en ‘12 Años de Esclavitud’. El diseño fue una elección de su estilista, Micaela Erlanger, y resultó perfecto para ella: sencillo pero elegante, con un escote en forma de V que rozaba el ombligo, una espalda baja y una falda plisada que fluía detrás de ella, adornada con cristales.Jeffrey Mayer (WireImage)Isabelle Huppert de verde Balenciaga (2022). En el Festival de Cine de Cannes, con un estilo siempre en la vanguardia, Isabelle Huppert deslumbró en la ‘premiere’ de ‘Forever Young’ con un ‘look’ verde de Balenciaga que combinaba un vestido de manga larga con ‘leggings’ a juego. Este conjunto minimalista y fluido reflejaba la elegancia moderna y rompedora de la actriz, alineada con la línea estética de Demna, entonces director de la enseña francesa. Embajadora de Balenciaga desde el año siguiente (seguramente algo se coció en Cannes) Huppert fue el tema de conversación durante el festival por sus elecciones audaces que rompían con las convenciones clásicas de la moda, la edad y la manera en la que se supone que las mujeres han de presentarse al mundo.Francois G. Durand (Getty Images)
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