Paco León recoge el Premio de Honor 2025 del South International Series Festival. O, lo que es lo mismo, el festival sobre series de Cádiz. Pero aún pensamos que en inglés todo suena mejor. Aunque ya no soñemos en Hollywood con el emocional punto aspiracional de antes. “Al sueño americano se le han ido las manos y no tiene nada que ofrecer”, pronosticó Joan Batista Humet en su himno Hay que vivir.
Y hay lugares que no necesitan traducción simultánea. Son internacionales y únicos por su luz propia. La literal luminosidad de Cadiz transforma en experiencia el glamour de cartón piedra de la alfombra que lleva a actores, creadores y público al Gran Teatro Falla, que es un espectáculo hasta cuando está vacío. No es el caso, los gaditanos esperan con curiosidad a Paco León. Que sienten suyo, porque siempre ha sido uno de los los nuestros.
Y sube al escenario a coger ese Sol de Cádiz enmarcado para siempre como premio de honor a su trayectoria. Y, entonces, en él y en nosotros hace match la magia del Falla, epicentro de la sátira del carnaval. Paco León tiene mucho del alma del carnaval. Actor, director, creador, showman incluso. Aunque, tal vez, la palabra que mejor le define es cómico, con todas sus letras.
Cuando está bajo los focos provoca ahora la admiración de los cómicos de siempre. Paco es como un lugar seguro en el que cabemos todos en tiempos de susceptibilidades de unos con otros. “Estoy en este templo del ingenio, con medio Cádiz esperando, y creo que no estoy a la altura”. El pudor irrumpe nada más empezar el agradecimiento. “Me siento muy privilegiado de sentir el cariño de la gente, el calor del Teatro Falla que estamos sintiendo…”, añade. Y ya está: la carcajada da la vuelta a los institucionalizamos. Porque el calor en el Falla no era una alegoría bonita, era sudor compartido.
“He hecho muchas cosas, pero mucho de este cariño es por Aída”, reconoce mientras avanza la película del reencuentro que se estrenará en enero, Aída y vuelta, que ha sido una catarsis para el elenco de la serie. Porque la película no es un capítulo de la sitcom tal y como lo conocimos: es un reencuentro de los actores reales con los personajes de ficción que protagonizaron un fenómeno televisivo que cambió sus vidas.
“La película no ha sido fácil”, reconoce León con el premio en las manos. Es como “un polvo de ex, que apetece pero no conviene. Pero fíjate, pues un polvo más tenía…”. De nuevo, las sonrisas cómplices en el aire del Falla. Paco no demora mucho más el discurso. No lo necesita. Pero sí que acaba su recogida de galardón de honor con un chimpún, como los buenos cómicos de siempre que convertían la risa en reflexión sobre lo que tenemos y no siempre gozamos. Por los miedos, por las prisas, por lo que sea. “Hay que tomar riesgos. Hay que ser libres, tenemos más libertad de la que usamos”.
«Hay que ser libres, tenemos más libertad de la que usamos”.
Paco León recoge el Premio de Honor 2025 del South International Series Festival. O, lo que es lo mismo, el festival sobre series de Cádiz. Pero aún pensamos que en inglés todo suena mejor. Aunque ya no soñemos en Hollywood con el emocional punto aspiracional de antes. “Al sueño americano se le han ido las manos y no tiene nada que ofrecer”, pronosticó Joan Batista Humet en su himno Hay que vivir.
Y hay lugares que no necesitan traducción simultánea. Son internacionales y únicos por su luz propia. La literal luminosidad de Cadiz transforma en experiencia el glamour de cartón piedra de la alfombra que lleva a actores, creadores y público al Gran Teatro Falla, que es un espectáculo hasta cuando está vacío. No es el caso, los gaditanos esperan con curiosidad a Paco León. Que sienten suyo, porque siempre ha sido uno de los los nuestros.
Y sube al escenario a coger ese Sol de Cádiz enmarcado para siempre como premio de honor a su trayectoria. Y, entonces, en él y en nosotros hace match la magia del Falla, epicentro de la sátira del carnaval. Paco León tiene mucho del alma del carnaval. Actor, director, creador, showman incluso. Aunque, tal vez, la palabra que mejor le define es cómico, con todas sus letras.
Cuando está bajo los focos provoca ahora la admiración de los cómicos de siempre. Paco es como un lugar seguro en el que cabemos todos en tiempos de susceptibilidades de unos con otros. “Estoy en este templo del ingenio, con medio Cádiz esperando, y creo que no estoy a la altura”. El pudor irrumpe nada más empezar el agradecimiento. “Me siento muy privilegiado de sentir el cariño de la gente, el calor del Teatro Falla que estamos sintiendo…”, añade. Y ya está: la carcajada da la vuelta a los institucionalizamos. Porque el calor en el Falla no era una alegoría bonita, era sudor compartido.
“He hecho muchas cosas, pero mucho de este cariño es por Aída”, reconoce mientras avanza la película del reencuentro que se estrenará en enero, Aída y vuelta, que ha sido una catarsis para el elenco de la serie. Porque la película no es un capítulo de la sitcom tal y como lo conocimos: es un reencuentro de los actores reales con los personajes de ficción que protagonizaron un fenómeno televisivo que cambió sus vidas.
“La película no ha sido fácil”, reconoce León con el premio en las manos. Es como “un polvo de ex, que apetece pero no conviene. Pero fíjate, pues un polvo más tenía…”. De nuevo, las sonrisas cómplices en el aire del Falla. Paco no demora mucho más el discurso. No lo necesita. Pero sí que acaba su recogida de galardón de honor con un chimpún, como los buenos cómicos de siempre que convertían la risa en reflexión sobre lo que tenemos y no siempre gozamos. Por los miedos, por las prisas, por lo que sea. “Hay que tomar riesgos. Hay que ser libres, tenemos más libertad de la que usamos”.
20MINUTOS.ES – Televisión