<p>El <a href=»https://www.elmundo.es/cultura/literatura/2025/04/21/67ff76e721efa012748b4577.html» target=»_blank»>Sant Jordi</a> del año jubilar ha amanecido como si fuese una prolongación de la Semana Santa, con el féretro del <a href=»https://www.elmundo.es/internacional/2025/04/23/680876bca75cca89410f756f-directo.html» target=»_blank»><strong>Papa Francisco</strong></a> ya expuesto en el Vaticano y <a href=»https://www.elmundo.es/la-lectura/2025/04/07/67eff0ccfc6c83a7468b45ba.html» target=»_blank»><i>El loco de Dios en el fin del mundo</i></a> (Random House) perfilándose como uno de los libros más buscados. Su autor, «un ateo y anticlerical», así se define el propio <a href=»https://www.elmundo.es/cultura/literatura/2025/03/31/67eab336fdddffe8658b4596.html» target=»_blank»><strong>Javier Cercas</strong></a>, relata en una mezcla de crónica, ensayo y autobiografía -puro estilo Cercas- su viaje con el Papa a Mongolia y su estancia en la Santa Sede. </p>
El Día del Libro empieza en Barcelona con multitudes para cazar las firmas de Javier Cercas, María Dueñas o Javier Sierra, que se perfilan como los autores más vendidos de otra masificada jornada
El Sant Jordi del año jubilar ha amanecido como si fuese una prolongación de la Semana Santa, con el féretro del Papa Francisco ya expuesto en el Vaticano y El loco de Dios en el fin del mundo (Random House) perfilándose como uno de los libros más buscados. Su autor, «un ateo y anticlerical», así se define el propio Javier Cercas, relata en una mezcla de crónica, ensayo y autobiografía -puro estilo Cercas- su viaje con el Papa a Mongolia y su estancia en la Santa Sede.
«Este es un día único, un milagro», decía Cercas entre firma y firma. Involuntaria y casualmente, se ha convertido en un improvisado experto vaticano, a quien todo el mundo pregunta por los intríngulis del cónclave que escogerá al próximo sumo pontífice. Desde el lunes en que falleció Bergoglio, su libro se ha disparado como el más vendido en plataformas digitales y lleva la misma tónica en las librerías.
Cercas ha empezado la jornada rodeado de la escudería Planeta: Eva García Sáenz de Urturi, Paloma Sánchez-Garnica y Beatriz Serrano.
«Esto es una explosión de energía, alegría, sentimiento y diversión», exclamaba emocionada Sánchez-Garnica, flamante Premio Planeta que lucía una rosa en forma de pulsera de terciopelo en su muñeca derecha. A su lado, la finalista del galardón, Beatriz Serrano, llevaba una camiseta con la palabra Bakalao en «homenaje a la terrera» y a las escenas en clave ruta bakala (con pastilla Mitsubishi incluida) que aparecen en su novela, Fuego en la garganta. «El año pasado ya firmé en Sant Jordi, pero el ‘efecto Planeta’ se nota, hay mucha más gente y más diversa», decía mientras se hacía fotos con sus lectoras.
A solo dos calles de distancia, una multitud esperaba a María Dueñas, la superventas de las letras españolas, que regresa con otra aventura histórica, Por si algún día volveremos (Planeta). «Es un día mágico», decía mientras firmaba a ritmo de vértigo. En 2021, con Sira, la esperada segunda parte de El tiempo entre costuras, fue la autora más vendida de la jornada con diferencia, aunque no se ha atrevido a afirmar que este año también pudiera revalidar el podio.
Puntualmente británico y avezado en múltiples Días del Libro (lleva incluso una libreta para anotar lo que le comentan sus lectores), Javier Sierra ha empezado «la maratón» en paseo de Gràcia, a la sombra de la Casa Batlló engalanada de rosas y con una larga cola antes incluso de las 10 de la mañana. Mientras avanzaba por las calles aún vacías, Sierra se ha cruzado con un autobús cubierto con la portada de su novelaEl plan maestro (Planeta), que será otro de los best sellers del día. Pero más allá de la novedad estricta destaca el «paladar gourmet» de muchos de sus lectores, que le traen varias primeras ediciones.
El escritor francés Pierre Lemaitre, un best seller internacional por sus adictivas novelas históricas, no esperaba empezar su primer Sant Jordi con una sesión de fotos en la bañera-jacuzzi de su hotel (con sus tejanos y sudadera negra, eso sí), posando con su libro Un futuro prometedor (Salamandra). Es difícil decir que no a Daniel Mordzinski, el «fotógrafo de los escritores», que ha retratado a la crème de la crème literaria. Le conoció ayer, como a su admirado Enrique Vila-Matas, con quien se topó por casualidad en la librería +Bernat.
«Sant Jordi no tiene equivalente en el mundo, es la verdadera fiesta del libro. He estado en muchos festivales y ferias del libro pero no en una ciudad tan grande e importante, que se moviliza entera en torno al libro», ha reivindicado. Desde que aterrizó el lunes en Barcelona a Lemaitre le sigue constantemente un cámara para grabar un documental sobre cómo vive Sant Jordi un escritor internacional. «Este entusiasmo no lo había visto en ningún otro lugar. Aquí el libro es el corazón de la ciudad», ha añadido.
Si el efecto festivo de la Semana Santa ya había animado las ventas de libros en los últimos días, la jornada de hoy promete igualar -¿incluso superar?- el récord del año pasado, cuando se vendieron casi dos millones de libros, con una facturación de 25 millones de euros acumulada a lo largo de la semana.
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